La Corte Suprema de Justicia reafirmó su autonomía y decidió rechazar una condecoración otorgada por la Presidencia de la República, prevista para el próximo sábado 14 de diciembre en Quibdó, Chocó, tierra natal del magistrado Gerson Chaverra, actual presidente del tribunal. La Sala Plena argumentó que esta decisión busca preservar la independencia judicial y la separación de poderes.
La condecoración, en el grado Cruz de Plata de la Orden Nacional al Mérito, era un reconocimiento que la Cancillería, a nombre del Gobierno Nacional, otorga a instituciones que han contribuido significativamente al fortalecimiento de las instituciones o al bienestar del país en un periodo inferior a 20 años. Sin embargo, la Corte decidió declinar el honor, notificando su decisión a través de Chaverra, quien ha protagonizado recientes tensiones con el presidente Gustavo Petro.
Un distanciamiento marcado por tensiones
La relación entre el Gobierno y el alto tribunal ha estado marcada por desencuentros. Uno de los episodios más notables ocurrió en septiembre, cuando Petro se refirió al magistrado Chaverra como un “negro conservador” durante la posesión de la nueva defensora del Pueblo, Iris Marín. Este incidente generó críticas en diversos sectores y fortaleció la postura del tribunal frente a su independencia.
El 5 de diciembre, en un gesto que reforzó esta línea, el magistrado José Joaquín Urbano se posesionó ante el presidente de la Corte, Gerson Chaverra, en lugar de hacerlo ante el presidente Petro, como era tradición. Este acto fue posible gracias a la nueva ley estatutaria que permite a los magistrados elegir entre posesionarse ante el jefe de Estado, el presidente de su respectiva corporación o un notario. Según Chaverra, esta decisión no responde a un acto de rebeldía, sino al cumplimiento de un mandato legal que la Corte Constitucional consideró exequible.
Solidaridad interna
La decisión de rechazar la condecoración no fue el único gesto de independencia. En solidaridad con su presidente, la Sala Plena también decidió no asistir a la posesión de la magistrada Claudia Expósito ante el presidente Petro, reforzando su descontento por los comentarios discriminatorios dirigidos hacia Chaverra.
Estos hechos reflejan un distanciamiento cada vez más marcado entre la Corte Suprema de Justicia y el Gobierno, en un momento donde la autonomía judicial se presenta como un tema crucial en el panorama político nacional.