Donald Trump dijo que la entidad ha sido dirigida por un grupo de “lunáticos radicales”.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) está a punto de ser clausurada, según el asesor multimillonario del gobierno de Trump y director general de Tesla, Elon Musk, quien ha estado luchando por tomar el control de la agencia en los últimos días.
Musk realizó una sesión en vivo en X Spaces, y dijo que habló en detalle sobre Usaid con el presidente. “Él estuvo de acuerdo en que deberíamos cerrarla”, dijo Musk.
“Se hizo evidente que no es una manzana con un gusano dentro”, dijo Musk. “Lo que tenemos es simplemente un balón de gusanos. Hay que deshacerse de todo. No tiene remedio”.
Sus comentarios llegan después de que el Gobierno suspendiera a dos destacados jefes de seguridad de Usaid después de que se negaran a entregar material clasificado en áreas restringidas a los equipos de inspección gubernamental de Musk, según dijeron a The Associated Press un funcionario estadounidense actual y un exfuncionario.
Miembros del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Musk (conocido como Doge), finalmente obtuvieron acceso el sábado a la información clasificada de la agencia humanitaria, que incluye informes de inteligencia, dijo el exfuncionario.
El equipo de Doge de Musk carecía de la suficiente acreditación de seguridad para acceder a esa información, por lo que los dos funcionarios de seguridad de Usaid —John Voorhees y el subdirector Brian McGill— se consideraron legalmente obligados a negar el acceso.
Antes del X Spaces, un espacio en la red social X en la que se pueden hablar de distintos temas, el dueño de Tesla comentó una publicación al respecto enviando un duro mensaje contra la agencia de ayuda humanitaria: “Usaid es una organización criminal. Es hora de que muera”, dijo.
Usaid, cuyo sitio web desapareció el sábado sin explicación, ha sido una de las agencias federales más atacadas por el gobierno de Trump dentro de una creciente represión contra el gobierno federal y muchos de sus programas.
“Ha sido dirigida por un montón de lunáticos radicales. Y los estamos sacando”, dijo Trump a los periodistas sobre Usaid el domingo por la noche.
Más tarde, el jefe de Estado salvadoreño, Nayib Bukele, también comentó sobre la posibilidad de que el gobierno norteamericano diera por terminada la agencia y envió un fuerte mensaje contra la organización.
“La mayoría de los gobiernos no quieren que los fondos de Usaid fluyan a sus países porque entienden dónde termina realmente gran parte de ese dinero. Aunque se comercializan como apoyo al desarrollo, la democracia y los derechos humanos, la mayoría de estos fondos se canalizan hacia grupos de oposición, ONG con agendas políticas y movimientos desestabilizadores”, dijo Bukele.
“En el mejor de los casos, tal vez el 10 % del dinero llega a proyectos reales que ayudan a la gente necesitada (hay casos de ese tipo), pero el resto se utiliza para alimentar el disenso, financiar protestas y socavar a las administraciones que se niegan a alinearse con la agenda globalista”, aseveró el mandatario.
El gobierno de Trump y el secretario de Estado, Marco Rubio, han impuesto una congelación sin precedentes en la asistencia extranjera que ha cerrado gran parte de los programas humanitarios, de desarrollo y de seguridad de Usaid en todo el mundo. Forzando miles de despidos por parte de organizaciones de ayuda, y ordenando suspensiones y permisos que han diezmado el liderazgo y el personal de la agencia en Washington.
Estados Unidos es, con mucho, el mayor donante mundial de ayuda humanitaria, con Usaid administrando miles de millones de dólares en asistencia humanitaria, de desarrollo y de seguridad en más de 100 países.