El Centro Democrático, el partido liderado por el expresidente Álvaro Uribe, vive uno de los momentos más tensos de su historia política. Este sábado, cinco precandidatos se darán cita en el primer foro regional organizado por el expresidente en Barranquilla. Sin embargo, el ambiente estará lejos de ser armonioso: las diferencias entre María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Miguel Uribe Turbay podrían eclipsar el encuentro.
La tormenta interna del partido se intensificó esta semana tras la publicación de una encuesta de Invamer que posicionó a Miguel Uribe como el favorito entre los seguidores del uribismo, con un 43,8 % de apoyo, superando a María Fernanda Cabal (23,3 %) y dejando aún más rezagados a Andrés Guerra (8,3 %), Paloma Valencia (7,8 %) y Paola Holguín (0,8 %).
Los resultados no solo desataron malestar, sino también acusaciones. Cabal y Valencia rechazaron la encuesta y cuestionaron los métodos empleados para medir la popularidad de su colega. Además, grabaron un video en el que insinuaron conexiones cuestionables entre las estrategias de Miguel Uribe y el polémico asesor Sebastián Guanumen, quien en su momento propuso tácticas éticamente controvertidas en la campaña de Gustavo Petro.
Fracturas irreconciliables
La tensión entre los tres senadores no es nueva. Desde que Miguel Uribe ingresó al partido y encabezó la lista al Senado en 2022, decisión promovida por Álvaro Uribe, tanto Cabal como Valencia manifestaron inconformidad. Ambas consideran que su papel fundacional en la colectividad fue desplazado para dar protagonismo a un recién llegado.
Las diferencias se han agudizado. Según fuentes cercanas, Cabal y Valencia apenas se dirigen la palabra con Miguel Uribe, y los desencuentros ya se reflejan en el trabajo legislativo. A esto se suma el reciente video contra Miguel Uribe, una iniciativa atribuida a Cabal, quien reaccionó molesta tras enterarse de que el equipo de Uribe Turbay compartió los resultados favorables de la encuesta con el resto de precandidatos.
Miguel Uribe, por su parte, ha optado por un discurso conciliador, aunque firme. «Entiendo que no les guste la encuesta, pero no reconozco adversarios internos», declaró, negando haber financiado el sondeo y restando importancia a las críticas.
Uribe, un liderazgo en medio del huracán
En este escenario de polarización, el expresidente Álvaro Uribe ha decidido mantenerse al margen. Aunque liderará el foro de este sábado, centrado en el sector minero-energético, no se espera que aborde públicamente las diferencias internas. Su prioridad, según sus allegados, es evitar que la disputa dañe la imagen del partido y distraiga de los temas de interés nacional.
No obstante, el choque entre los precandidatos podría ser inevitable. Algunos miembros del partido temen que el evento se convierta en un campo de batalla, aunque confían en que la presencia de Uribe modere los ánimos.
El futuro incierto del uribismo
La pugna interna plantea interrogantes sobre la unidad del Centro Democrático de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Mientras las tensiones persistan, la posibilidad de consolidar una candidatura única que cuente con el respaldo de toda la colectividad parece lejana.
En tanto, sectores del petrismo observan con atención los acontecimientos, considerando que las divisiones en el uribismo podrían jugar a su favor. Por ahora, la gira de precandidatos promete ser más que un ejercicio de posicionamiento político: será una prueba de fuego para un partido que lucha por mantenerse unido bajo el liderazgo de su fundador.