El gobierno de Gustavo Petro, que llegó al poder en 2022 con una plataforma de cambio profundo, ha generado controversia en varios sectores debido a la percepción de retrocesos en aspectos clave para el desarrollo del país. En los últimos dos años, varios indicadores económicos y de seguridad han presentado desafíos que han encendido las alarmas entre analistas y la población.
Indicadores económicos en rojo
Desde el inicio de su mandato, Colombia ha experimentado un debilitamiento de varios indicadores económicos, lo que ha provocado preocupación en la opinión pública. La inflación ha permanecido en niveles altos, afectando el poder adquisitivo de los colombianos, mientras que el crecimiento económico se ha desacelerado. Las reformas tributarias impulsadas por el gobierno han generado incertidumbre en el sector privado, y algunos argumentan que las políticas han ahuyentado a la inversión extranjera directa, un motor clave para la economía nacional.
La inversión extranjera en declive
Uno de los aspectos más criticados ha sido el alejamiento de los inversionistas extranjeros. Las reformas, junto con los mensajes que algunos consideran ambiguos o radicales por parte del presidente y su equipo de gobierno, han generado desconfianza en los mercados internacionales. Sectores estratégicos como el energético, que depende en gran medida de la inversión externa, han visto reducciones en proyectos y capitales que antes fluían hacia Colombia.
Seguridad y el regreso de la guerrilla
En materia de seguridad, la situación es igualmente alarmante. A pesar de los intentos del gobierno por avanzar en diálogos de paz con grupos armados, la percepción de que las guerrillas y otros actores ilegales han ganado terreno es cada vez más evidente. Los recientes informes que indican la presencia de patrullas guerrilleras en zonas urbanas como Bogotá han causado indignación y preocupación. Esta realidad ha generado un sentimiento de inseguridad en la capital y otras áreas del país, reavivando los fantasmas de épocas pasadas.
El balance
Aunque es innegable que el gobierno de Petro ha intentado implementar cambios estructurales, los resultados hasta ahora muestran más sombras que luces. La estabilidad económica y la seguridad, pilares fundamentales para el desarrollo de cualquier nación, se han visto comprometidas, lo que ha generado un clima de incertidumbre tanto dentro como fuera del país.
La gran pregunta que queda es si el gobierno podrá revertir esta situación en los años que le restan o si, por el contrario, estos dos años serán recordados como un período de retroceso para Colombia.
