El COVID-19 sigue siendo una amenaza en Colombia. Según informes recientes del Ministerio de Salud, el país ha registrado 160 muertes y un aumento significativo en los casos en lo que va de 2024. La relajación de las medidas de prevención, junto con una baja cobertura en las dosis de refuerzo de la vacuna, están contribuyendo a este incremento. Las autoridades han destacado la necesidad de reforzar la vigilancia epidemiológica y mantener las precauciones para evitar una mayor propagación del virus.
El informe subraya que, aunque la vacunación inicial tuvo buena acogida, la administración de dosis de refuerzo ha sido deficiente, lo que deja a una parte significativa de la población vulnerable a las nuevas variantes del virus. El Ministerio de Salud ha hecho un llamado urgente a la población para que acuda a los centros de vacunación y complete sus esquemas de vacunación, incluyendo los refuerzos necesarios.
Además, se están considerando nuevas medidas para controlar el aumento de casos. Entre ellas, la posible reimplementación de algunas restricciones y la intensificación de las campañas de concientización sobre la importancia de las vacunas y las medidas preventivas. La comunidad científica ha alertado sobre el riesgo de subestimar el virus y ha insistido en la importancia de no bajar la guardia, especialmente en espacios públicos y eventos masivos.
En este contexto, el Gobierno también está evaluando el impacto del COVID-19 en el sistema de salud, que sigue enfrentando desafíos significativos, incluyendo la sobrecarga de hospitales y el agotamiento del personal médico. La situación ha generado preocupación sobre la capacidad del sistema para responder a posibles nuevas olas de contagio y ha subrayado la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra la pandemia.