Han pasado más de 22 años desde el fallido atentado de las Farc-EP contra el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, un ataque que marcó uno de los episodios más tensos en la historia del conflicto colombiano. Este intento de asesinato, llevado a cabo el 7 de agosto de 2002, durante la posesión presidencial de Uribe, dejó 17 personas muertas y 69 heridas, pero no logró su objetivo principal.
En una entrevista reciente con el senador Andrés Guerra, del Centro Democrático, Pablo Catatumbo, excomandante de las Farc, narró con aparente cinismo los detalles del atentado. “En la guerrilla siempre hubo redes urbanas, así que un equipo estaba en la ciudad y se reforzó con otro que venía del monte”, explicó Catatumbo, quien afirmó que el plan consistía en “recibir a bala” al mandatario desde el primer momento. Sin embargo, según sus palabras, los morteros utilizados fallaron en impactar la Casa de Nariño debido a la mala puntería.
Catatumbo evitó mencionar quién fue el autor intelectual del ataque y aseguró no haber participado directamente, pues en ese momento se encontraba en una zona remota de Bogotá.
Uribe, un enemigo declarado de las Farc
La enemistad entre Álvaro Uribe y las Farc-EP se intensificó durante su gobierno (2002-2010), un período caracterizado por la política de seguridad democrática que debilitó significativamente al grupo insurgente. Bajo la presión de las operaciones militares, los guerrilleros enfrentaron condiciones extremas: desplazamientos constantes, escasez de alimentos y pérdidas estratégicas que llevaron a la organización al borde del colapso hacia 2009.
Sin embargo, la llegada de Juan Manuel Santos al poder en 2010 marcó un giro en la estrategia estatal. Santos optó por entablar diálogos de paz con las Farc, lo que permitió a la organización recuperarse parcialmente y culminar en la firma del acuerdo de paz en 2016.
Atentado en la JEP y revelaciones adicionales
El caso del atentado contra Uribe hace parte de los crímenes no amnistiables bajo la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde se investigan múltiples actos cometidos por las Farc durante el conflicto. Durante la entrevista, Catatumbo también se refirió a otros episodios históricos, como la toma del Palacio de Justicia en 1985 por el M-19, calificándola de “ilógica” y afirmando que las Farc no participaron en esa acción.
Finalmente, el excomandante afirmó que los diálogos de paz con el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) fracasaron debido a la falta de voluntad política del entonces presidente, dejando un legado de conflicto que se extendió por años.
Este episodio es un recordatorio de las profundas heridas del conflicto armado en Colombia y de los múltiples intentos por abordar la verdad desde diversas perspectivas.
