La jornada electoral en Estados Unidos comenzó con una atmósfera cargada de tensión. Los centros de votación de la costa este abrieron sus puertas a las 6 de la mañana, mientras el país entero se encuentra en vilo, esperando los resultados que se conocerán después de la medianoche. La contienda presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris ha captado la atención mundial por lo reñida y determinante que se proyecta.
En Filadelfia, la ciudad más grande de Pensilvania y un estado crucial en los comicios, la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris cerró su campaña con un mensaje de unidad y esperanza. “Estas podrían ser unas de las elecciones más reñidas de la historia. Cada voto cuenta”, declaró. Sin mencionar directamente a su rival, Harris instó a los votantes a aprovechar la oportunidad de dejar atrás una década de políticas marcadas por la división y el miedo. “Si gano, seré una presidenta para todos los estadounidenses”, aseguró, reconociendo a los republicanos que, priorizando la Constitución, podrían votar por un demócrata por primera vez.
La exsenadora de 60 años busca atraer a votantes republicanos independientes que se han distanciado de Trump por su retórica polarizante. En su evento de cierre, estuvo arropada por artistas como Lady Gaga, destacando la importancia del voto femenino, que se prevé fundamental en estas elecciones. “Durante más de la mitad de la vida de este país, las mujeres no tuvieron voz, pero ahora participan en la toma de decisiones”, enfatizó Harris. Taylor Swift, una de sus más destacadas seguidoras, también hizo un llamado a sus 283 millones de seguidores en redes sociales para que acudieran a votar.
Donald Trump, por su parte, culminó su campaña en Michigan, otro de los estados clave donde los resultados suelen ser muy ajustados. En Grand Rapids, el expresidente se dirigió a sus seguidores con un tono nostálgico, prometiendo una “edad de oro” si es reelegido. “Con vuestro voto mañana, podemos resolver todos los problemas de nuestro país y llevar a Estados Unidos —y al mundo— a nuevas cimas de gloria”, proclamó. Trump también aprovechó para reiterar su postura contra la migración ilegal, prometiendo “el mayor programa de deportación de criminales” si gana las elecciones.
La jornada se ha visto marcada por amenazas de bomba que han puesto a las autoridades en alerta máxima, intensificando un proceso electoral ya de por sí tenso. Con el país y el mundo a la expectativa, el desenlace de estas elecciones podría cambiar el rumbo de la política estadounidense por años venideros.