Colombia enfrenta en diciembre de 2025 una de las crisis más profundas del sistema de salud desde la creación del modelo de aseguramiento. El deterioro ya no es una advertencia futura, sino una realidad instalada en todo el país, con cierres masivos de servicios médicos, hospitales desfinanciados, EPS intervenidas y una judicialización sin precedentes del derecho a la salud.
Las alertas más graves se concentran en Medellín y el Valle del Cauca, pero el colapso se extiende a ciudades como Bogotá, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, así como a municipios intermedios y zonas rurales. La falta de flujo de recursos, las deudas multimillonarias de las EPS y la suspensión de servicios esenciales como urgencias, pediatría y ginecobstetricia evidencian una crisis estructural que golpea tanto a la red pública como privada.
Medellín: tutelas, muertes y una crisis “histórica”
En Medellín, la situación fue calificada como la más grave en la historia de la ciudad por el personero distrital, Mefi Boset Rave Gómez. Según cifras oficiales, hasta el 30 de noviembre se interpusieron 13.931 tutelas solo a través de la Personería para exigir atención médica.
“Ocho de cada diez personas que llegan a la Personería lo hacen para pedir protección del derecho a la salud”, advirtió el funcionario, quien reveló que al menos 20 personas fallecieron esperando que una tutela fuera resuelta.
La raíz del problema es financiera. Las EPS adeudan cerca de 210.000 millones de pesos a la red de salud del distrito. Solo el Hospital General de Medellín concentra más de 139.000 millones, mientras que Metrosalud y el Hospital Infantil Concejo de Medellín también reportan deudas críticas. A esto se suma una deuda de cerca de dos billones de pesos de Nueva EPS con la red privada.
Actualmente, más de 811.000 afiliados están concentrados en EPS intervenidas como Savia Salud, Nueva EPS y Coosalud, lo que mantiene al sistema bajo una presión permanente.
Aunque no se han cerrado hospitales completos, sí se han suspendido servicios clave por inviabilidad financiera. Las autoridades advierten que estas decisiones responden a la falta de pagos oportunos y a la insostenibilidad del modelo actual.
Valle del Cauca: más de 3.000 servicios cerrados en 2025
El panorama en el suroccidente del país es igual de alarmante. En el Valle del Cauca se han cerrado 3.022 servicios de salud en 2025, según registros oficiales del Registro de Prestadores de Servicios de Salud (REPS).
La secretaria departamental de Salud, María Cristina Lesmes Duque, calificó la situación como crítica y sin salida clara en el corto plazo. Del total de cierres, 2.036 corresponden a IPS, el resto a prestadores independientes, instituciones con objeto social diferente y transportadores de pacientes.
Los servicios más afectados son precisamente los de atención básica y especializada: medicina general, odontología, pediatría, ginecobstetricia, psicología, vacunación, laboratorio clínico y medicina interna, entre otros.
“Lo que más se cierra son los servicios que no son rentables”, reconoció la funcionaria, dejando en evidencia que el criterio financiero hoy prima sobre la atención en salud.
Aunque las urgencias no han cerrado formalmente, su funcionamiento está severamente limitado. En algunos días, las ocupaciones han llegado al 300 %, con pacientes que son diferidos o no aceptados si no se trata de casos críticos.
Hospitales sin pago y trabajadores sin salario
La crisis también golpea directamente al talento humano en salud. En el Valle del Cauca, la cartera hospitalaria creció más del 30 % en un solo año, y varios hospitales adeudan hasta tres meses de salarios y la prima de diciembre, una situación que no se veía desde 2015.
“Públicos y privados estamos en la misma situación”, advirtió Lesmes, señalando que el 85 % de los prestadores del departamento son privados y sostienen buena parte de la red.
Ni siquiera la presencia de clínicas de alta complejidad como la Fundación Valle del Lili o el Hospital Universitario del Valle garantiza estabilidad si el sistema sigue debilitándose.
Un sistema en cuidados intensivos
Con la llegada de la temporada decembrina y el aumento de la movilidad y el turismo, el riesgo es mayor. Las autoridades intentan garantizar insumos básicos, pero reconocen que no hay garantías de una solución inmediata.
“El sistema está en cuidados intensivos”, concluyó la secretaria de Salud del Valle del Cauca. Una frase que resume el momento que atraviesa Colombia: un diciembre marcado por cierres, deudas, tutelas y un modelo de salud que muestra signos claros de colapso.
