Marco Rubio, senador republicano de origen cubano y designado como el próximo Secretario de Estado de Estados Unidos, abordó recientemente la polémica sobre el supuesto embargo económico a Cuba, calificándolo como una “falacia”. Según Rubio, las restricciones impuestas por Washington no son responsables de la situación económica de la isla, sino que esta deriva de décadas de mala gestión y represión por parte del régimen comunista.
En sus declaraciones, Rubio explicó que el «embargo», conocido formalmente como bloqueo, no es absoluto. “Cuba tiene acceso a mercados internacionales y puede comerciar con casi todos los países del mundo, incluyendo Estados Unidos, en áreas como alimentos y medicinas. Sin embargo, es el propio régimen el que restringe el bienestar de su pueblo por priorizar su maquinaria de represión”, argumentó.
Rubio también subrayó que el gobierno cubano utiliza la narrativa del embargo para desviar la atención de sus problemas internos, como la corrupción, la falta de libertades y la incapacidad de implementar reformas económicas. “El embargo no prohíbe que Cuba desarrolle su economía. Lo que lo prohíbe es su sistema fracasado”, añadió.
La postura republicana hacia Cuba
La designación de Marco Rubio como Secretario de Estado marca un giro significativo en la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina, con un enfoque más crítico hacia los regímenes autoritarios de la región. El senador ha sido un firme defensor de sanciones dirigidas contra líderes del régimen cubano y sus aliados, buscando presionar por una transición democrática en la isla.
Con Rubio en este rol, se espera que las políticas hacia Cuba mantengan una línea dura, reforzando sanciones específicas y exigiendo cambios estructurales en el gobierno de la isla como condición para cualquier flexibilización en las relaciones bilaterales.
La controversia sobre el embargo sigue siendo un tema central en el debate político, tanto en Cuba como en la diáspora cubana en Estados Unidos, pero para Rubio, el verdadero problema es claro: “El embargo no es el obstáculo; el régimen es el único responsable de la miseria del pueblo cubano”.
