Turnos semanales de hasta 60 horas por el salario mínimo, pies y espaldas destrozados y escasez de baños en enormes instalaciones son algunas de las denuncias de los trabajadores de Amazon en Coventry, Inglaterra, que mantienen la mayor huelga contra el gigante en el Reino Unido.
Desde el paro del 25 de enero, casi 500 empleados afiliados al sindicato GMB ha elevado la presión con otra medida de fuerza, en protesta por salarios y condiciones laborales que consideran abusivas.
Los huelguistas consiguieron detener la entrada de varios camiones de la empresa con mercancía. En una pausa que se repetirá por cinco días. “Desde el inicio de la disputa, hemos multiplicado el número de miembros en este centro de distribución”, declaró a EFE el portavoz del sindicato, Tom Rigby.
Explicó que, además de pedir un aumento de 10,5 libras por hora a 15 libras, el objetivo es reclutar a más de la mitad de la plantilla de la planta para forzar por ley a Amazon a aceptar la representación sindical y la negociación colectiva.
En abril de 2022, un almacén de la multinacional estadounidense en Nueva York se convirtió en el primero en obtener ese reconocimiento en EE. UU, en lo que se consideró una victoria de los trabajadores sobre la compañía conocida por su posición contraria a los sindicatos.
Emilia Gradinaru, una rumana de 47 años que trabaja en el centro de Coventry desde su apertura en 2018, es una de los muchos empleados que se quejan del daño que les causa el “calzado de seguridad” que están obligados a utilizar.
Además de unos pies llenos de durezas, experimenta constantes dolores de espalda, debido al peso que debe cargar sin poder sentarse durante su turno de 10 horas, de las que hace 60 horas a la semana, en lugar de 40, para poder subsistir ante el encarecimiento del coste de la vida.
“Somos personas, no robots”, dice a EFE, haciéndose eco de uno de los eslóganes de la huelga, para explicar el constante control y reprimendas a los que están sometidos por parte de sus superiores.
Frente a la condena generalizada de unos objetivos excesivos, un portavoz de Amazon dijo a EFE que las métricas de rendimiento se evalúan periódicamente y se basan en puntos de referencia basados en el historial de rendimiento real de los empleados.
“Observamos su desempeño y luego establecemos esa medida, siempre con la seguridad en mente”, dijo.
Otra de las quejas entre los huelguistas es la insuficiencia de baños en unas instalaciones con más de 14 kilómetros de cintas transportadoras, lo que en algún caso ha motivado, según cuentan, que orinen en botellas.
La empresa dice en cambio que “todos los empleados tienen fácil acceso a las instalaciones sanitarias, que se encuentran a poca distancia a pie de su lugar de trabajo, y pueden usar el baño cuando sea necesario”.
Por su parte, el gigante tecnológico Amazon, manifestó que “mantener a nuestros empleados seguros es la prioridad número uno y lo más importante que hacemos. Trabajamos en estrecha colaboración con expertos en salud y seguridad, realizamos miles de inspecciones en nuestros edificios”, declaró.
Tomado P.
