El rechazo de la Corte Suprema de Justicia a la condecoración ofrecida por el Gobierno de Gustavo Petro revela tensiones que salieron a la luz en los últimos días. SEMANA pudo confirmar, a través de fuentes cercanas al caso, los detalles de este episodio que involucra al presidente del alto tribunal, Gerson Chaverra, y la máxima distinción civil de Colombia, la Cruz de Boyacá.
Todo comenzó hace dos meses, cuando una asistente de Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, contactó a un magistrado auxiliar de la Presidencia de la Corte Suprema. El objetivo era transmitirle al magistrado Chaverra la propuesta de otorgarle la Cruz de Boyacá, un gesto que buscaba exaltar su labor desde la Casa de Nariño. Sin embargo, Chaverra declinó la oferta.
Pese a esta negativa inicial, días después la Cancillería envió una comunicación oficial dirigida a toda la Corte Suprema, extendiendo la invitación para participar en el acto de entrega de la condecoración, programado para el sábado 14 de diciembre en Quibdó, Chocó. Este movimiento generó molestia en los magistrados, quienes consideraron inoportuno insistir en un homenaje previamente rechazado.
Aunque los detalles del regaño del presidente Gustavo Petro a su equipo no han trascendido por completo, el episodio pone de manifiesto los desacuerdos entre el Ejecutivo y el alto tribunal en medio de un contexto de tensiones institucionales.