Empresarios advierten que el incremento del 23,7 % en el salario mínimo, decretado tras fracasar la concertación, eleva considerablemente los costos laborales y afecta la generación de empleo formal.
El presidente Gustavo Petro anunció el aumento del salario mínimo para el 2026, una decisión tomada por decreto luego de que no se lograra acuerdo entre empleadores y sindicatos en la mesa de concertación. El incremento será del 23,7 %, por lo que el nuevo salario básico quedará en $1.746.882, es decir, $323.382 más frente al valor vigente en 2025.
Con el auxilio de transporte, que será de $256.118, el salario total alcanzará los $2.000.000. La medida impactará a 2,4 millones de trabajadores formales y a 1,2 millones de pensionados que reciben este ingreso.
Sin embargo, más allá del titular económico, el verdadero impacto está en los costos reales para los empleadores. Sumando aportes a seguridad social, parafiscales y prestaciones sociales, contratar un trabajador con salario mínimo en 2026 le costará a una empresa cerca de $2.908.793 mensuales.
El cálculo incluye:
Seguridad social: $367.230 Parafiscales: $157.219 Prestaciones sociales: $381.344
Lo que deja un total mensual estimado de $2.908.793 por cada trabajador.
Mientras el Gobierno celebra la medida como un alivio para los trabajadores, sectores productivos alertan que el aumento de costos laborales podría frenar la contratación formal, presionar el desempleo y golpear especialmente a pequeñas y medianas empresas, que cargan ahora con una nómina mucho más costosa.
