El Consejo Colombiano de Relaciones Internacionales (CCRI) emitió este 7 de enero un comunicado en el que condenó de manera enérgica la decisión del Gobierno de Colombia de permitir la participación del embajador Milton Rengifo en la ceremonia de posesión de Nicolás Maduro, programada para el próximo 10 de enero.
En el documento, el CCRI calificó como “inaceptable” este respaldo diplomático, particularmente en un contexto marcado por la crisis política, social y humanitaria que enfrenta Venezuela bajo el régimen de Maduro.
Rechazo a la persecución política y violaciones de derechos humanos
El Consejo denunció las prácticas represivas del régimen venezolano, incluyendo la persecución contra la oposición y la sociedad civil, y señaló que dichas acciones constituyen violaciones graves de derechos humanos y delitos de lesa humanidad.
«Es inadmisible que Colombia, como nación que históricamente ha defendido los principios democráticos y el respeto al derecho internacional, avale con su presencia un régimen que perpetúa el terror, vulnera la democracia y atenta contra los derechos fundamentales de su pueblo», subrayó el CCRI.
Asimismo, la entidad exigió la liberación inmediata de todos los presos políticos, incluyendo menores de edad, y condenó el uso sistemático de la violencia como herramienta de control político en Venezuela.
Contexto de la polémica decisión
La decisión de la Cancillería colombiana de enviar al embajador Rengifo a la toma de posesión de Maduro generó una fuerte ola de críticas hacia el Gobierno de Gustavo Petro. Este movimiento sorprendió a diversos sectores políticos, dado que Colombia había adoptado previamente una postura crítica frente al régimen venezolano.
A finales de 2024, el Gobierno colombiano expresó dudas sobre la legitimidad de las elecciones del 28 de julio, argumentando que no se publicaron las actas de votación, lo que ponía en entredicho la transparencia del proceso electoral. En ese momento, Bogotá indicó que no reconocería a Maduro como presidente de Venezuela si no se cumplían condiciones mínimas de transparencia democrática.
Sin embargo, la reciente confirmación de la asistencia del representante colombiano al acto de posesión ha generado desconcierto y rechazo. Sectores políticos y organizaciones de derechos humanos han señalado que esta decisión contradice las posturas previas del Gobierno y erosiona la credibilidad de Colombia como defensor de la democracia en la región.
Declaraciones del CCRI
El Consejo enfatizó que los recientes hechos en Venezuela representan una amenaza no solo para la democracia de ese país, sino también para la estabilidad y el Estado de derecho en toda la región.
«En este contexto, la participación de Colombia en los actos del 10 de enero no solo es inconveniente, sino también una señal errónea que legitima un régimen dictatorial» concluyó el CCRI.
La decisión de apoyar indirectamente la continuidad del régimen de Maduro hasta 2031 plantea interrogantes sobre la política exterior del gobierno de Gustavo Petro y su compromiso con los valores democráticos en América Latina.
