Vanessa Pulgarín Monsalve, de Antioquia, acaba de coronarse Miss Universe Colombia 2025, y pronto tendrá la misión (o la amenaza diplomática) de representar al país en Tailandia el 21 de noviembre. Pero ojo: en un país lleno de crisis, inseguridad y debates de alto voltaje político, esta elección de belleza parece más espectáculo que competencia.
En la gala final del 28 de septiembre, entre 28 candidatas de múltiples departamentos, Pulgarín se impuso tras demostrar dominio en pasarela, habilidades comunicativas, segundo idioma, actividad física y etiqueta social.
Vanessa no es novata: ya compitió en Miss Internacional hace años, fue segunda dentro del certamen nacional, y vivió una temporada en Australia superando barreras de idioma y rechazo profesional. Hoy, además de modelaje, tiene emprendimientos: marca de ropa deportiva, gimnasio en Medellín y negocios saludables.
Ahora, con la banda de Colombia en su pecho, va rumbo a Nonthaburi, Tailandia, para medirse con representantes de todo el mundo. Una colombiana que mezcla glamour con ambición internacional… y cuya corona llega en un momento en que muchos prefieren estar hablando de gobernabilidad y no de vestidos de gala.
¿Triunfará como ícono del “nuevo rostro de Colombia” o será solo una pausa brillante en medio de un país convulsionado?