En un trágico suceso ocurrido en la madrugada de este domingo en el municipio de Toribío, Cauca, tres personas fueron asesinadas y cinco resultaron heridas en un ataque armado en la discoteca Barón Rojo. Las víctimas, identificadas como José Alfredo Julicue (28), Fredy Pequi Cometa (26) y Wilson Eduardo Ascue (26), estaban disfrutando de la noche cuando hombres armados irrumpieron en el establecimiento, disparando indiscriminadamente antes de darse a la fuga.
Este ataque se enmarca en un aumento alarmante de la violencia en Colombia, con cinco homicidios colectivos reportados en menos de 50 horas a nivel nacional. Las autoridades están a la espera de más información sobre el ataque y han iniciado una investigación penal, aunque los detalles son aún escasos.
La región de Cauca se ha convertido en un campo de batalla entre grupos armados, como la estructura Dagoberto Ramos, vinculada al Estado Mayor Central de alias Iván Mordisco, y el frente Yair Bermúdez, que buscan controlar las economías ilegales, incluyendo el narcotráfico y la siembra de coca. La violencia ha llevado a la muerte de 21 personas en este municipio en lo que va del año, dejando a la comunidad sumida en el miedo y la inseguridad.
La situación no se limita a Cauca. En los últimos días, varios municipios de Colombia han reportado masacres similares, incluyendo la Playa de Belén y Abrego, en Norte de Santander, donde tres hombres fueron asesinados en cada lugar. Además, el fin de semana dejó un saldo trágico de tres menores de edad asesinados en Cimitarra, Santander, y otra masacre de tres personas en La Victoria, Valle del Cauca.
Las autoridades continúan luchando para restablecer la seguridad en las regiones afectadas, mientras la población clama por respuestas y acciones concretas que frenen esta ola de violencia que azota al país.
