El departamento de Chocó enfrenta una serie de desafíos que lo convierten en uno de los territorios más vulnerables a las emergencias climáticas en Colombia. Entre las problemáticas que agudizan esta situación están las deficientes estructuras de infraestructura, la limitada accesibilidad a servicios básicos y de salud, y la presencia de grupos armados ilegales, como el ELN. Estos factores combinados dejan a la región en una situación de extrema fragilidad frente a fenómenos climáticos intensos.
Las recientes inundaciones en Chocó, que han afectado a más de 30 mil personas y cubierto cerca del 80% de su territorio, evidencian la magnitud de la crisis. Según la Gobernación de Chocó, los municipios de Bojayá, Alto Baudó, Bahía Solano y Litoral son los más impactados por esta emergencia.
Informes de la Defensoría del Pueblo y de organizaciones como Manos Visibles señalan que las condiciones geográficas y estructurales de la región, aunadas a las carencias en infraestructura, potencian los efectos devastadores del cambio climático, dejando a las comunidades en una situación de alta vulnerabilidad.
Desplazamiento y confinamiento: efectos colaterales de la emergencia
La crisis climática en Chocó ha impulsado un preocupante fenómeno de «movilidad humana forzada». La Defensoría del Pueblo reporta que, solo en 2024, más de 27,400 personas fueron desplazadas en Chocó y otros departamentos del suroccidente colombiano debido a eventos climáticos extremos, en su mayoría inundaciones. Esta migración interna frecuente coloca a las comunidades en constante riesgo, afectando su acceso a recursos y servicios esenciales.
Asimismo, la violencia relacionada con el conflicto armado ha incrementado los casos de confinamiento forzado. Según la Defensoría, entre enero y mayo de 2024, Chocó y Nariño registraron seis confinamientos cada uno, generando un impacto significativo en la calidad de vida de sus habitantes. El Ministerio Público advierte que, aunque se han reducido algunas hostilidades, en ciertas zonas esto ha derivado en un aumento de los confinamientos, especialmente en el Chocó.
En conclusión, la combinación de factores climáticos, sociales y de seguridad hace que Chocó enfrente una situación crítica, donde la falta de infraestructura y los desplazamientos forzados por violencia y desastres climáticos profundizan la vulnerabilidad de sus comunidades.
