El escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y el Invías sigue escalando y golpea directamente al corazón del gobierno de Gustavo Petro. Este lunes, tras finalizar la audiencia en el Tribunal Superior de Bogotá, las autoridades capturaron al exministro de Hacienda Ricardo Bonilla González, mientras que el exministro del Interior Luis Fernando Velasco Chaves se entregó en la ciudad de Cali.
La Fiscalía General de la Nación, en cabeza de la fiscal María Cristina Patiño, imputó a los dos exfuncionarios los delitos de concierto para delinquir agravado, interés indebido en la celebración de contratos y cohecho por dar u ofrecer, cargos que ambos decidieron no aceptar.
Bonilla fue capturado al interior del complejo judicial, luego de que la magistrada Aura Rosero ordenara medida de aseguramiento en centro carcelario. El exministro, visiblemente afectado, no opuso resistencia mientras la Policía le leía sus derechos como procesado. Velasco, quien participó de la audiencia de manera virtual desde su residencia, se presentó horas después ante las autoridades para cumplir la orden judicial.
De acuerdo con la Fiscalía, las pruebas indican que entre junio de 2023 y marzo de 2024 los exministros habrían participado en el direccionamiento irregular de contratos en Invías y la UNGRD, con el objetivo de favorecer a determinados congresistas y asegurar respaldos a proyectos clave del Gobierno en el Congreso, entre ellos la reforma tributaria y la reforma a la salud.
El ente investigador identificó tres periodos clave. En el primero, entre junio y septiembre de 2023, se habrían intervenido 79 contratos por un valor de $612.237 millones, de los cuales siete se concretaron. En una segunda etapa, entre septiembre y diciembre de 2023, se investigan contratos por $86.619 millones, y en un tercer momento, entre noviembre de 2023 y marzo de 2024, un contrato por $35.000 millones en Sahagún, Córdoba, que no llegó a ejecutarse.
Pese a la contundencia de las decisiones judiciales, el presidente Gustavo Petro salió públicamente en defensa de Ricardo Bonilla, asegurando que confía en su inocencia y sugiriendo que el exministro sería una víctima y un “chivo expiatorio” del entramado de corrupción. Además, el mandatario volvió a responsabilizar a sectores del uribismo y cuestionó a la Fiscalía por no investigar prácticas similares en gobiernos anteriores.
Mientras tanto, el caso UNGRD se consolida como uno de los mayores escándalos de corrupción del actual gobierno, con exministros tras las rejas y serias dudas sobre el uso de contratos públicos como moneda de cambio político.











