Casanare enfrenta la más grave crisis de comunicación terrestre registrada en su historia, debido al paro nacional de transportadores de carga que ha paralizado gran parte del país. Desde ayer, los efectos de esta situación se han empezado a sentir con fuerza en el departamento.
Los cierres de vías en el Cusiana y la carretera del Sisga, junto con el bloqueo en Villavicencio, han dejado a Casanare prácticamente aislado, impidiendo la conexión con Bogotá y otras regiones. Esta situación ha afectado a los establecimientos comerciales que esperaban remesas desde el interior del país, las cuales han quedado varadas en el camino. Ante esta crisis, las empresas de transporte de pasajeros han reducido drásticamente sus itinerarios, enviando solo algunos buses con gran riesgo.
La transitabilidad por la vía de Labranzagrande se ha vuelto complicada debido a su mal estado, lo que solo permite el paso de vehículos de bajo tonelaje. Una situación similar se vive en la ruta de Los Libertadores, que conecta Sácama con Boyacá, pero que está bloqueada al llegar a los municipios de este vecino departamento.
