Ante la crítica situación provocada por la temporada invernal, el departamento de Casanare se prepara para declarar calamidad pública desde el próximo 5 de junio. Así lo anunció Guillermo Velandia Granados, director de Gestión del Riesgo, al término de un Consejo Extraordinario celebrado junto a 12 alcaldes municipales, organismos de socorro y autoridades locales.
El encuentro técnico evidenció graves afectaciones en la infraestructura vial, puentes y sectores agrícolas, con un balance preliminar de más de 4.220 hectáreas de cultivos destruidos por las lluvias.
La declaratoria de calamidad busca agilizar la atención a las comunidades damnificadas, permitir el uso de recursos extraordinarios y facilitar la ejecución de obras de recuperación en las zonas más impactadas.
El gobernador César Ortiz Zorro urgió al Gobierno Nacional y a las entidades competentes a priorizar a Casanare:
“No podemos seguir esperando. Es hora de activar todos los mecanismos de ayuda y garantizar que las familias afectadas reciban la atención que merecen. Estamos ante una emergencia real”.
Las autoridades prevén que las lluvias continúen durante las próximas semanas, por lo que se intensificará el monitoreo en zonas de alto riesgo y se pondrá en marcha un plan de contingencia ampliado.
La medida se convierte en un paso clave para proteger a las comunidades rurales, salvaguardar la seguridad alimentaria y evitar una catástrofe social de mayores proporciones.