Dólar hoy: $4.784

Euro hoy: $5.121

Carta a Alejandro Uribe Tarazona

Nunca pierdas el orgullo por tu tierra. Sé que no es fácil. Sé que duele. Pero en ti viven los genes y el espíritu de un hombre que jamás dejó de luchar.

Luis Carlos Vélez

Querido Alejandro:

Ojalá leas estas palabras dentro de algunos años, ya convertido en un hombre, con la vida por delante y con la energía de quien quiere dar lo mejor por su familia y por su país.

Quiero que sepas, antes que nada, que tu papá fue un ser humano extraordinario. De los mejores que me ha tocado conocer en mi vida y en mi generación. Tuve la fortuna de coincidir con él primero como periodista, entrevistándolo, y después como compañero en la maestría. En ambos escenarios me impresionó su inteligencia, su generosidad y su fuerza para lograr todo lo que se proponía.

Era capaz de destacarse en dos mundos que exigen todo de uno: la política y la academia. Mientras luchaba por un lugar en el Senado, estudiaba en una de las mejores universidades del planeta… Y lo hacía bien, con excelencia, sin dejar que una cosa le restara a la otra.

Como político, siempre fue generoso con su tiempo y sus palabras. Aunque muchas veces podíamos no estar de acuerdo, Miguel siempre tenía argumentos sólidos, datos claros y una honestidad intelectual que hoy escasea. Era un hombre que pensaba con rigor y hablaba con la verdad.

Todo un país lo vio crecer, paso a paso, desde edil hasta convertirse en precandidato presidencial. Fue un ejemplo vivo de persistencia y superación. 

Cuando la violencia lo arrebató de nuestras vidas, tu papá estaba empezando una campaña presidencial que prometía ser dura y exigente. No sé si esa vez habría ganado, pero sí sé que lo lograría tarde o temprano. Porque Miguel era de esos hombres que, cuando se proponían algo, no se detenían hasta conseguirlo.

Quiero pedirte perdón. Perdón, porque todos, de una u otra forma, tenemos responsabilidad en lo que pasó. Durante años fuimos tolerantes con el mal, lo dejamos respirar, crecer y enraizarse en nuestra sociedad. Nos acostumbramos a convivir con la corrupción, el narcotráfico y la violencia, y eso hizo que personas como tu papá fueran vistas como una amenaza por quienes viven de destruir.

Si hubiéramos cuidado nuestros valores como debimos, si hubiéramos sido firmes e incorruptibles, hoy no estaríamos llorando su ausencia. Pero fallamos: medios, empresarios, artistas, ciudadanos… 

Todos dimos espacio, justificamos y hasta celebramos a quienes deberían estar pagando por sus crímenes. Ellos se burlan de nosotros y después nos quitan lo más valioso.

Aun así, quiero que sepas algo: este país tiene futuro. Tu papá lo creyó siempre, incluso cuando la violencia ya le había arrebatado a su madre —tu abuela—. Él siguió apostando por Colombia, convencido de que el esfuerzo vale la pena.

Por eso te pido que nunca pierdas el orgullo por tu tierra. Sé que no es fácil. Sé que duele. Pero en ti viven los genes y el espíritu de un hombre que jamás dejó de luchar. Cada vez que sientas que todo está perdido, recuerda que eres hijo de Miguel Uribe Turbay. Y que en tu sangre corre la misma fuerza que lo llevó a levantarse una y otra vez, sin rendirse jamás.

Con profundo respeto y cariño.

Si te gustó compartelo en tus redes:

Facebook
Twitter
WhatsApp

Bienvenidos sus comentarios.

No utilice lenguaje ofensivo, soez, denigrante, injurioso ni calumnioso. Por lo tanto sus comentarios están sujetos a aprobación editorial.

DE FRENTE EN VIVO

4 Videos