La alegría y la emoción se desbordaron en Bucaramanga la noche del 16 de junio de 2024, cuando el Atlético Bucaramanga se coronó campeón de la Liga BetPlay. La ciudad se vistió de amarillo y verde, celebrando con lágrimas de felicidad, fuegos artificiales y cánticos que resonaron en cada rincón. La euforia no solo se limitó a los fanáticos en el estadio, sino que se extendió por las calles, plazas y hogares, donde la devoción y la pasión futbolera se unieron en un solo clamor: «¡Gracias Virgen Santa de Guadalupe!»El partido final fue una muestra de talento, determinación y espíritu deportivo. El Atlético Bucaramanga enfrentó a su rival con una estrategia impecable y una defensa sólida, logrando un marcador que les aseguró la victoria y el título tan anhelado. Los jugadores, conscientes de la magnitud de su logro, dedicaron su triunfo a la afición y a la Virgen de Guadalupe, patrona a la que muchos atribuyen el milagro de este campeonato.
La emoción fue palpable desde el pitazo inicial hasta el silbato final. Cada gol fue celebrado con fervor, y al término del partido, los jugadores y el cuerpo técnico se unieron en un emotivo abrazo colectivo, sabiendo que habían hecho historia. Para muchos, este triunfo es más que un logro deportivo; es un símbolo de esperanza y unidad para la ciudad.
En las calles, la celebración fue monumental. Familias enteras, jóvenes y ancianos, salieron a compartir la alegría. Los hinchas no escatimaron en mostrar su amor por el equipo: camisetas, banderas y bufandas del Bucaramanga ondeaban por todas partes. Las caravanas de autos con banderas y bocinas no se hicieron esperar, mientras los gritos de «¡Campeones, campeones!» resonaban sin cesar.La devoción a la Virgen de Guadalupe fue un elemento central en las celebraciones. Muchos aficionados visitaron la catedral para agradecer y pedir bendiciones, mientras otros llevaban consigo imágenes y estampas de la Virgen durante los festejos. Este acto de fe demuestra la profunda conexión entre la espiritualidad y el deporte en la cultura local.
El alcalde de Bucaramanga y otras autoridades municipales felicitaron al equipo, destacando no solo su habilidad en el campo, sino también su capacidad para inspirar y unir a la comunidad. «Este título es un regalo para todos los bumangueses. Nos recuerda que con esfuerzo y fe, todo es posible», comentó el alcalde en su discurso.Este triunfo del Atlético Bucaramanga no solo marca un hito en la historia del club, sino que también se convierte en un legado para futuras generaciones de futbolistas y aficionados. La ciudad celebrará este momento por mucho tiempo, recordando el año en que su equipo se alzó con el título más importante del fútbol colombiano, bajo la bendición de la Virgen Santa de Guadalupe.