La reciente audiencia pública convocada por la Asamblea Departamental de Casanare para abordar el estado de la salud mental en la región ha revelado tanto el progreso como las profundas deficiencias en el sistema de atención psicológica local. En el evento participaron representantes de diversas EPS e IPS, incluidos Capresoca EPS, Puerta Abierta, Nueva EPS, el Hospital Regional de la Orinoquía (HORO), Red Salud Casanare, y otros actores clave, junto con la Secretaría de Salud Departamental y la Secretaría de Educación.
El objetivo de la jornada era evaluar el trabajo realizado hasta ahora y discutir el futuro de la salud mental en el departamento. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para presentar un panorama detallado y exponer las acciones propuestas para mejorar, los datos revelados fueron alarmantes. La situación actual en Casanare destaca una serie de problemas graves que requieren atención inmediata, tales como la falta de recursos adecuados, la escasez de profesionales especializados y la insuficiencia de programas de apoyo.
La audiencia también puso de manifiesto la necesidad urgente de un enfoque más robusto y coordinado para enfrentar la creciente demanda de servicios de salud mental. Los compromisos anunciados para implementar nuevas estrategias y fortalecer el sistema serán cruciales, pero su éxito dependerá de la eficacia en la ejecución y la disponibilidad de recursos necesarios.
Es evidente que, aunque se ha hecho un esfuerzo por abordar estos problemas, la comunidad y los responsables de la política deben mantenerse vigilantes y exigentes para garantizar que las promesas se traduzcan en mejoras tangibles. La salud mental, una cuestión crítica y a menudo relegada, no puede seguir siendo una prioridad secundaria; su atención adecuada es esencial para el bienestar general de los casanareños.