El Año Nuevo llegó con abrazos, celebraciones multitudinarias y deslumbrantes espectáculos de luces en distintas partes del mundo. Sin embargo, los conflictos en lugares como Oriente Medio, Sudán y Ucrania opacaron los festejos en algunas regiones.
Celebraciones desde el Pacífico hasta Europa
En el Pacífico Sur, Nueva Zelanda fue el primer país en recibir el 2025. En Auckland, miles de personas se reunieron en el centro de la ciudad y en sus colinas volcánicas para disfrutar de un espectáculo de fuegos artificiales que rindió homenaje a las tribus indígenas locales.
Sídney siguió con una de las celebraciones más icónicas. Más de un millón de personas abarrotaron su puerto para presenciar un espectáculo pirotécnico lanzado desde el emblemático puente y la bahía. El evento incluyó ceremonias en honor a los pueblos originarios de Australia y un concierto liderado por el cantante británico Robbie Williams.
En Asia, Japón se prepara para recibir el Año de la Serpiente, símbolo de renacimiento en el zodiaco chino. Las tiendas están llenas de figuras decorativas y productos temáticos, mientras familias y templos realizan limpiezas ceremoniales. En Bangkok, Tailandia, los centros comerciales compitieron con música en vivo y fuegos artificiales, destacando una presentación especial de Lisa, miembro del grupo surcoreano Blackpink. En Yakarta, Indonesia, un espectáculo sincronizado con 800 drones deslumbró a los asistentes.
China y Rusia fortalecen vínculos en medio de tensiones globales
Los presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin intercambiaron mensajes de Año Nuevo destacando la alianza estratégica entre sus países. Xi reafirmó la cercanía entre ambas naciones, mientras Putin subrayó la capacidad de Rusia para superar desafíos gracias a su unidad nacional.
Por otro lado, en Taiwán, Xi aprovechó la ocasión para llamar a la reconciliación: «Somos una sola familia a ambos lados del estrecho».
Conflictos en Oriente Medio y África oscurecen los festejos
En Gaza, las celebraciones quedaron marcadas por la guerra entre Israel y Hamás, que ha dejado a miles de desplazados y rehenes. En Líbano, la crisis económica y las secuelas de conflictos recientes dificultaron los festejos. Mientras tanto, Siria enfrenta incertidumbre tras los cambios políticos recientes.
En Dubái, miles de personas se congregaron en el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, para admirar su espectáculo anual de fuegos artificiales.
Europa celebra, pero no olvida las crisis
En Roma, las festividades estuvieron enmarcadas por el inicio del Año Santo del Papa Francisco, una tradición que se realiza cada 25 años y que promete atraer a millones de peregrinos a la Ciudad del Vaticano.
En Alemania, el canciller Olaf Scholz instó a la unidad y solidaridad frente a los desafíos económicos y políticos globales. En París, los Campos Elíseos brillaron con fuegos artificiales, cerrando un 2024 inolvidable marcado por los Juegos Olímpicos.
En Londres, pese al clima invernal, un espectáculo pirotécnico a lo largo del río Támesis y un desfile con 10,000 artistas marcaron la celebración. Sin embargo, en Escocia, el mal tiempo obligó a cancelar la tradicional fiesta de Hogmanay en Edimburgo.
América festeja con tradiciones únicas
En Río de Janeiro, más de dos millones de personas llenaron la playa de Copacabana para presenciar un espectáculo de fuegos artificiales de 12 minutos, acompañado de conciertos de artistas como Anitta y Caetano Veloso.
En Estados Unidos, Times Square volvió a ser el epicentro de las celebraciones con la tradicional caída de la bola, en un evento que contó con la participación de artistas como Jonas Brothers y TLC. En Las Vegas, el masivo recinto Sphere proyectó la cuenta regresiva en distintas zonas horarias, mientras en Nashville, Tennessee, una fiesta de cinco horas reunió a 200,000 personas para celebrar con música country.
Así, entre luces, música y la esperanza de tiempos mejores, el mundo recibió el 2025, recordando que, a pesar de los desafíos globales, siempre hay espacio para la unidad y el renacer.
