Iván Darío García, líder de la iglesia cristiana Nuevo Renacer en el corregimiento de Río Frío, municipio de Zona Bananera (Magdalena), fue asesinado el pasado 8 de enero en un hecho que ha conmocionado a la comunidad local y religiosa. El ataque ocurrió tras una ceremonia religiosa, cuando García se encontraba conversando con miembros de su congregación.
Detalles del caso
De acuerdo con las primeras versiones, dos hombres a bordo de una motocicleta llegaron al lugar y dispararon contra el líder religioso. Según narró Karen Niebles, esposa de García, el pastor había decidido regresar caminando después del servicio, mientras ella transportaba a otro miembro de la iglesia en motocicleta. “Creo que esto me salvó la vida”, comentó Karen al relatar lo sucedido.
Karen también indicó que su esposo habría recibido llamadas desde números desconocidos en los días previos al ataque. Aunque él no compartió detalles para no preocuparla, esta situación está siendo investigada por las autoridades, quienes buscan esclarecer si podría estar relacionada con el crimen.
Reacciones de la comunidad
La Conferencia Evangélica de Colombia lamentó profundamente el asesinato y expresó su preocupación por la seguridad de los líderes religiosos en el país. «Nos solidarizamos con la familia y con la comunidad afectada. Rechazamos cualquier acto que atente contra los derechos fundamentales y exhortamos a las autoridades a actuar con diligencia para que este caso no quede en la impunidad», señaló la institución en un comunicado.
Contexto de violencia en la región
Este caso se suma a otros hechos de violencia registrados recientemente en el país, incluyendo el ataque a una familia de líderes religiosos en Aguachica, Cesar. La inseguridad que enfrentan líderes comunitarios y religiosos genera preocupación y exige una respuesta inmediata de las autoridades.
Avances en la investigación
Las autoridades han iniciado las investigaciones correspondientes para identificar a los responsables y establecer los móviles detrás del asesinato. La comunidad local y organizaciones religiosas han pedido que se haga justicia y que se refuercen las medidas de seguridad en la región para proteger a quienes promueven labores sociales y espirituales en sus comunidades.
El caso de Iván Darío García resalta la necesidad de un entorno más seguro para líderes que trabajan por el bienestar de sus comunidades y evidencia los desafíos que aún enfrenta el país en términos de seguridad y justicia.