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Armando Benedetti entra en rehabilitación por consumo de drogas y sacude la política: “Voy a renunciar a la embajada en la FAO y vendré a ayudar al Gobierno”

Armando Benedetti dejará su cargo en Italia. En entrevista con SEMANA, reveló que asesorará a la Casa de Nariño “en temas nacionales”. Contó que está en rehabilitación por consumo de drogas luego de que le detectaron un quiste en una colonoscopia.

ARMANDO BENEDETTI: Llegué el miércoles de la semana pasada, estoy en un proceso de rehabilitación y desintoxicación. A mediados de septiembre me hice un examen de rutina, me ordenaron una colonoscopia y me encontraron un quiste, un precáncer, estuve regular de salud. Me hicieron un procedimiento quirúrgico, aquí en Barranquilla, y eso me llevó a pensar en que tengo que cambiar mi estilo de vida, a mejorar el manejo de emociones, el estrés. Mi quiste tenía 8 centímetros de largo y me lo quitaron.

A.B.: Así es. Fue un golpe muy duro enfrentarme a ese procedimiento quirúrgico. Uno siempre cree que todo lo tiene ganado, que la vida la tiene regalada.

Y.L.: ¿En dónde se está sometiendo a esas terapias de rehabilitación?

A.B.: En México, en la ciudad de Mazatlán. Ahí te hacen una introspección, una retrospectiva de lo que es toda tu vida, y empiezas a hablar de verdad con sentimientos. Uno parece que se le olvidan los sentimientos. Y en esa retrospectiva es cuando haces verdaderamente una sanación. Nunca me voy a sanar realmente del alcoholismo, lo que sí puedo es recuperarme.

A.B.: Como a los 18 años. Con un grupo de amigos empezamos a probar lo que era la cocaína, la droga, todo por experimentar. Pero no me quedé ahí, vengo a quedarme ahí después de viejo, por así decirlo, con la parte social, el ajetreo, el trabajo intenso, y ahí es cuando me empieza a tomar ventaja. Venía siendo consciente de eso, y espero que este testimonio, así sea incluso para enemigos míos, les sirva. Mucha gente tira la toalla y cree que no se puede salir de ahí.

A.B.: En 1995 estuve en rehabilitación, limpio, como decimos, sin consumir absolutamente nada durante 13 años. Hasta 2008. Volví a recaer. Viendo que me había cogido ventaja, tomé la decisión, por mi familia, por mi padre, por mi madre, por mi esposa, por mis hijos, por calidad de vida, por salud física y mental.

Y.L.: En la campaña presidencial de 2022, en medio de ese ajetreo, ¿usted estaba sumido en el consumo de droga y alcohol?

A.B.: No, los alcohólicos y los adictos tenemos una particularidad y es que, cuando hay problemas, es cuando más nos alejamos del consumo. En esa época estuve ultrajuicioso. Cuando hay trabajo y hay responsabilidades serias, uno se aferra completamente al trabajo, por lo menos mi personalidad me da para eso.

Y.L.: El pasado 30 de junio, usted, al parecer, protagonizó un episodio de violencia de género contra su esposa, Adelina Guerrero. Se informó de una denuncia de ella ante la Policía en Madrid (España). ¿Usted la agredió?.

A.B.: A ver, no pasó absolutamente nada de lo que han dicho. Fue un problema familiar que extrapolaron. Quisiera que alguien me mostrara la denuncia o una prueba de lo que sucedió. He guardado silencio y he ganado todas las demandas de calumnia e injuria, pero con la prensa no hago eso. Guardo silencio por respeto a mi familia, a mis hijos, armaron un novelón en el cual me acabaron completamente.

Y.L.: Perdóneme, embajador, lo que trascendió es que usted incluso sacó un cuchillo en medio de esa discusión con su esposa…

A.B.: Vamos por partes. Un juez ya dijo que no había habido ni violencia de género, ni física, ni psicológica, ni coacción.

Y.L.: ¿Un juez decidió eso?

A.B.: Ya un juez falló, hizo un auto en Madrid.

Y.L.: ¿De qué fecha es ese auto?

A.B.: Tengo que ser cuidadoso con esa información. Si la llego a filtrar, me meto en el problema del siglo. Dicho eso, hay otros hechos que tienen que ver con la destrucción de objetos. Esos hechos están ahora mismo en un proceso en Madrid y no me puedo pronunciar.

Y.L.: En ese episodio, ¿usted estaba bajo el efecto de las drogas?

A.B.: No, para nada, claro que no.

Y.L.: En el infierno de las drogas, ¿qué fue lo peor que vivió?

A.B.: No tengo un solo buen recuerdo de esos días.

Y.L.: En su papel de embajador ante la FAO, en Roma, ¿ese consumo de droga afectó su rol diplomático?

A.B.: Usted nunca encuentra que yo haya estado con tragos en algún lado. Nunca dejé de ir a una reunión, a un debate, nunca tuve problemas. Ahora que habla de la FAO, logré destrabar un crédito de 100 millones de dólares, y también logramos que en Colombia se realice la Segunda Conferencia Internacional Sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural en 2026. Hay una cantidad de logros en la FAO que nadie me los ha aplaudido, por el contrario, dicen que me abrieron una embajada para mí, como si eso fuera fácil.

Y.L.: Siempre se dijo que a usted lo nombraron embajador en la FAO para callarlo y evitar que contara lo que sabe sobre las presuntas irregularidades en la financiación de la campaña de Petro.

A.B.: El que dijo eso es un tonto y sé que son millones de tontos los que alcanzan a decir eso. Primero, para mandarlo a callar a uno, te pueden mandar al Polo Norte y allá hay internet y puedes hablar. Segundo, no tengo absolutamente nada que decir.

Y.L.: En junio de 2023, SEMANA divulgó unos explosivos audios en los que usted amenazaba a Laura Sarabia con contar toda la verdad, le decía que “todos” podían terminar presos y que consiguió 15.000 millones de pesos para la campaña de Petro.

A.B.: Esos audios tienen un contexto. Estaba en Venezuela, y no estaban valorando lo que estaba haciendo. Llegué allá a abrir una embajada, no había ni agua incluso en la casa del embajador. Pude vivir durante un buen tiempo en hoteles, me tocaba pagarlos a mí. Y estaba reactivando las relaciones exitosamente, en lo comercial y diplomático, eso funcionó bien.

Les guste o no Maduro, eso funcionó bien. Nadie me reconocía eso, había veces que me pordebajeaban por lo que estaba haciendo. Esos audios son con Laura Sarabia, tengo una rabieta, le estoy haciendo unos reclamos a ella, y en las rabietas siempre se exagera, siempre se pasa uno de calidad. Esos audios no son en un discurso, no son en una entrevista, no son en un pronunciamiento. Son audios que se filtran, falta también conocer la respuesta de ella, porque llega un momento en que estamos hablando de terceras personas. Esos audios no se pueden tomar textualmente.

Y.L.: Perdóneme, usted dice frases muy dicientes, como “nos caemos todos, hijueputa” o “yo hice cien reuniones (…), 15.000 millones de pesos, es más, si no es por mí, no ganan”.

A.B.: Pero esas frases valen cero. Si no hay una retroalimentación en el mensaje, esa palabra puede ser de cualquier cosa. Usted sabe que no soy de esconderme entre los palos ni nada de esas cosas, y yo sabía que, al entrevistarme, usted me iba a tocar este tipo de situaciones. Si las hubiera querido evadir, hubiera salido corriendo y no le habría dado esta entrevista.

Y.L.: Pero usted fue protagonista en la campaña de Petro. ¿Qué información tiene de posibles delitos que se hayan cometido en la financiación?

A.B.: Lo voy a decir de la forma más fácil y jurando con base en mis hijos: no tuve absolutamente nada que ver con la financiación. Jamás se me acercó alguien a dar un peso, a ese tipo de personas las llevé a hablar con el gerente de la campaña. Por ejemplo, no tuve nada que ver con el avión. Yo era el que hacía la agenda, buscaba actores políticos que nos ayudaran y también la forma de publicitar para llenar las plazas.

Y.L.: Entonces, según su respuesta, ¿el que debe responder es Ricardo Roa, el gerente, hoy presidente de Ecopetrol?

A.B.: Más que responder, yo confío en lo que haya hecho Roa. Él debe aclarar o no, o sostenerse o no, en lo que hizo como gerente.

Y.L.: ¿No fue testigo de ninguna irregularidad en la campaña de Petro? Con las investigaciones en curso, eso resulta difícil de creer…

A.B.: Le repito, y le juré por quien le juré, mi esposa ya se puso brava, porque en la Biblia se dice que uno no puede jurar. En nombre de mis hijos, por el amor que les tengo a mis hijos, le puedo dar plena seguridad de que no tenía que ver absolutamente nada con el tema de la financiación. Tampoco nunca le fui a pedir plata a nadie para que esa persona se la diera al señor Ricardo Roa.

Y.L.: Durante estos días en Barranquilla, ¿se reunió con Nicolás Petro en la casa de él?

A.B.: Un día quisiera que me entrevistara para que hiciera un inventario de la cantidad de cosas que me inventan. Lo peor es que la gente cree, a mí me da risa. No me reúno con nadie. Tengo una comunicación fluida con el presidente Petro. Me he encontrado con él, y créanme lo que le voy a decir: de lo que menos hablamos es de política. Les voy a decir una cosa que me enseñó mi esposa: no debo estar hablándole de política al presidente, porque si uno le habla al presidente de política, puede terminar dando consejos y para qué me meto en ese tipo de problemas. Lo que tengo es una amistad con el presidente.

Y.L.: Pero a propósito de Nicolás Petro, ¿qué piensa de la situación del hijo del presidente, que está en juicio por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, por hechos que tienen que ver, justamente, con dineros de la campaña? ¿Él es inocente?

A.B.: Creería que en principio sí, pero le repito, lo bueno es que él termine demostrando lo que tiene que demostrar.

Y.L.: ¿Usted quiere estar en el Gobierno Petro?

A.B.: Perdona que me crea periodista, hay noticia, por así decirlo; voy a renunciar a la embajada en la FAO.

Y.L.: ¿Cuándo?

A.B.: Ya tengo lista la carta de renuncia, la paso la próxima semana. El presidente Petro ya sabe. Vendré a ayudar al Gobierno en temas nacionales, a título de asesoría.

Y.L.: Hablando de Petro, ¿le ha ido bien, mal o regular?

A.B.: Creo que a él le va bien. Está gobernando para una gente a la que el país no estaba acostumbrado. Y el cambio trae siempre dificultades, y ahí están…

Y.L.: Dificultades y escándalos de corrupción…

A.B.: Para ser claros, ha faltado gente más idónea en el Gobierno.

Y.L.: ¿Petro se ha rodeado mal?

A.B.: Más que gente idónea, también es con más experiencia.

Y.L.: Y en ese sentido, ¿cómo ve el papel de Laura Sarabia en el Dapre?

A.B.: La veo un poco como entre los palos. Ella debe tener sus vicisitudes y sus problemas allá. Ella no viene de la izquierda, no la debe querer mucho. Debe estar tratando de manejar esa cantidad de intríngulis del poder. Y en eso es posible que le haya faltado experiencia. Pero la veo competente para lo que está haciendo. Si el presidente la ha tenido tanto tiempo ahí es porque le gusta todo lo que está haciendo.

Y.L.: Una fuente muy cercana a Petro me dijo que Laura Sarabia saldría del cargo en diciembre próximo. Que esa relación no pasa por un buen momento.

A.B.: Si uno para bolas a todas las cosas que se dicen, no sé qué pensaría. No sé si creer en el periodismo, de mí han dicho de todo. ¿Cuántas veces han dicho que me voy a ir preso? ¿Cuántas veces no te han llamado diciendo que me van a coger preso por un determinado caso? La magistrada Lombana me persigue con una feroz locura, y entonces cita y cita gente. Son casi 500 personas

investigadas para ver si encuentran que yo haya cometido un delito. Y, además de eso, todo lo mío se filtra en los medios de comunicación. Esa forma de filtrar es lo que termina realmente acabando con la imagen de uno. Todo el mundo cree que soy un bandido, que me van a poner preso, entonces termino acabado. Soy la primera víctima de ‘eso que se dice’.

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