En un giro inesperado, Ecopetrol ha comenzado a despedir a varios empleados altamente capacitados, especialmente aquellos involucrados en proyectos de gas costa afuera. Estas decisiones han causado controversia y alarma dentro de la industria energética, especialmente entre los trabajadores con vasta experiencia en el sector.
Según denuncias de fuentes cercanas a la empresa, los despidos han afectado a figuras destacadas en Ecopetrol. Uno de los nombres más sonados es el de Carlos Erazo, quien desempeñaba funciones clave como gerente de estrategia de regulación. Erazo tiene una larga trayectoria en el sector, habiendo ocupado roles importantes como comisionado de la CREG y viceministro de Energía en el Ministerio de Minas.
Otro despido relevante es el de Gabriel Combariza, ex vicepresidente de Yacimientos No Convencionales, un área asociada con el uso de fracking, técnica que actualmente enfrenta el rechazo por parte del gobierno.
Además de estas salidas, otras áreas dentro de la compañía también habrían registrado bajas laborales. En la gerencia de Catenare, encargada de la operación del pozo Tibú, se han dado despidos en medio de las complejidades de seguridad que enfrenta la región del Catatumbo. También se han registrado renuncias en la gerencia de Cira Infantes, responsable de la gestión del campo más antiguo de Ecopetrol, el cual ha estado en operación desde 1918.
Aunque los recortes son significativos, algunas fuentes internas aseguran que estos despidos no obedecen a una reducción de costos o reestructuración de personal. En lugar de ello, se señala que no se están contratando reemplazos, lo que contrasta con las explicaciones anteriores de Ecopetrol sobre sus rigurosos procesos de selección, que incluyen pruebas no solo de conocimientos técnicos, sino también de ética y honestidad.
La situación genera inquietud dentro del sector energético, ya que el despido de personal altamente calificado podría tener implicaciones para el futuro de los proyectos clave en los que Ecopetrol se encuentra involucrada.
