El caso en el municipio de Pivijay muestra una realidad en la que los crímenes no son investigados y les toca a las familias asumir como funcionarios judiciales, según denunció la defensora Norma Vera.
El crimen se reportó el sábado 5 de julio de 2025, pero debido a la escena desgarradora del padre transportando el cuerpo de su hijo fue que la denuncia se hizo viral en redes sociales – crédito La Red Social Pivijay / Facebook – Redes sociales
La imagen de un padre transportando en motocicleta el cuerpo de su hijo asesinado por las trochas del municipio de Pivijay, en el departamento de Magdalena, ha generado indignación y dolor en la comunidad.
La escena, que se desarrolló en completo silencio y sin la presencia de autoridades, pero ante varios lugareños, expuso de manera cruda la realidad en algunas regiones del país.
En palabras de los habitantes, “la justicia sigue llegando tarde… o simplemente no llega”, destacó el medio Quindío Noticias, tras la denuncia de esta situación que dio a conocer la defensora de derechos humanos Norma Vera.
“Ya van 22 homicidios en lo que va del año, muchos de ellos sin investigación formal y enterrados directamente por sus parientes”, indicó Vera, que espera el acompañamiento institucional para que se puedan esclarecer todos los hechos de violencia.
La víctima fue identificada como José Armando Rivera Orozco, un joven de 18 años que era conocido como Pundunguito, señaló Hoy Diario del Magdalena.
El crimen se suma a una racha de hechos violentos en el municipio de Pivijay, donde los mismos familiares son quienes se han encargado de realizar el levantamiento de los cuerpos – crédito La Red Social Pivijay / Facebook – Redes sociales

Sin patrullas policiales, acordonamientos ni ambulancias, el hombre acomodó a su hijo en la moto y emprendió el trayecto hacia el lugar donde le daría sepultura.
La comunidad, testigo de la escena, quedó marcada por la impotencia y la ausencia de respuestas estatales.
En Pivijay, la violencia se ha normalizado al punto de que los familiares de las víctimas asumen tareas que corresponderían a las autoridades.
“Las madres lavan la sangre, los vecinos tapan los huecos y los padres entierran a sus hijos”, relatan quienes viven en la zona al medio regional Chica Noticias.
El asesinato de este joven resulta aún más desconcertante porque, según se conoció, no tenía antecedentes judiciales ni enemigos conocidos. En este contexto, el peligro se vuelve invisible, pero el dolor permanece tangible en quienes sobreviven.
La indignación de la comunidad se ha hecho sentir ante la falta de respuesta institucional. Los habitantes exigen acciones concretas para detener la ola de violencia que los afecta de manera constante.
Mientras tanto, en Pivijay, los muertos ya no son recogidos por ambulancias ni acompañados por agentes del Estado; son las propias familias quienes cargan con el peso de la tragedia.

La víctima habría sido buscada por los asesinos hasta su propia vivienda, según versiones preliminares – crédito archivo Colprensa
La versión de las autoridades: era un temido sicario
José Armando Rivera Orozco, conocido como Pundunguito y presunto miembro del grupo delincuencial Los Primos, fue señalado por las autoridades como presunto responsable del atentado registrado el pasado 24 de junio entre Piñuelas y Medialuna, en el departamento de Magdalena.
En ese hecho murieron la ingeniera Clara Arévalo Ternera y el operario Clemente Rosellón Cuevas, trabajadores de una obra de construcción del acueducto impulsada por la Gobernación del Magdalena. Otras tres personas resultaron heridas en el ataque.
De acuerdo con la investigación adelantada por la Policía Magdalena, en coordinación con el CTI de la Fiscalía General de la Nación, ‘Pundunguito’ era un sicario activo con presencia en el municipio de Pivijay al servicio de Los Primos. Las autoridades lo vinculan con homicidios selectivos, extorsión y cobros armados, y lo consideran un potencial autor material en varios crímenes recientes en la zona.
Las pesquisas indican que el ataque contra los empleados de la obra pública se perpetró en presencia de otros trabajadores del acueducto. Dos hombres armados llegaron al lugar y abrieron fuego de manera indiscriminada, causando la muerte de los dos empleados y dejando un saldo adicional de tres heridos.

La víctima presentaba heridas de bala y su cuerpo permaneció a la deriva por varias horas en zona rural del municipio de Pivijay – crédito archivo Colprensa
Un joven sicario con un prontuario judicial robusto
“Pundunguito”, que tenía solo 18 años, acumulaba antecedentes judiciales por homicidio, hurto calificado, porte de estupefacientes y otros delitos conexos.
Su nivel de peligrosidad era considerado alto, de acuerdo con la información recopilada por los investigadores en el Sistema Penal Acusatorio (Spoa).
El cuerpo de Rivera Orozco fue hallado en el sector del puente del caño Shiller, zona rural del municipio de Pivijay, en la vía hacia Salamina. Según versiones recolectadas por las autoridades, fue sacado de su vivienda bajo intimidación por sujetos armados y posteriormente asesinado a tiros en ese punto.El cadáver permaneció varias horas en el lugar hasta que un familiar lo recogió y trasladó en motocicleta hasta la vivienda familiar.
Los investigadores descartan que el homicidio de ‘Pundunguito’ haya sido producto de disputas personales y lo catalogan como un ajuste de cuentas entre organizaciones criminales rivales.