La solicitud del Gobierno busca que las aerolíneas limiten el valor de los pasajes nacionales, en medio de las crecientes quejas por el alto costo de los tiquetes aéreos. La propuesta abre debate sobre intervención estatal, libre mercado y competencia en el sector.
El Ministerio de Transporte pidió a las aerolíneas del país establecer voluntariamente un techo al precio de los tiquetes, en respuesta al incremento sostenido de las tarifas en rutas nacionales.
La cartera advirtió que los costos en algunos trayectos internos son comparables —e incluso superiores— a los de vuelos internacionales. En ese sentido, la posición del Gobierno fue contundente:
“No es posible que cueste lo mismo un tiquete a Cartagena que uno a Miami”.
La propuesta plantea que las aerolíneas adopten una autorregulación tarifaria, con el fin de limitar los precios en temporadas de alta demanda y evitar que los pasajes alcancen valores considerados excesivos para los usuarios.
El anuncio se produce en medio de:
la reducción de oferta aérea tras la salida de varias aerolíneas del mercado, el aumento en los costos operativos del sector, y las quejas recurrentes de pasajeros por tarifas elevadas en rutas nacionales turísticas.
Sin embargo, la iniciativa abre cuestionamientos sobre el alcance del Gobierno en la fijación de precios en una industria regulada bajo principios de competencia y libre mercado.
Sectores críticos advierten que la intervención podría generar:
distorsiones en la oferta, menor competitividad, y riesgos para la sostenibilidad de las empresas aéreas.
El debate queda abierto entre la necesidad de proteger al consumidor y el impacto de las decisiones del Ejecutivo en un sector estratégico para el turismo y la economía nacional.











