El presidente de la República, Gustavo Petro, volvió a quedar en el centro de la polémica tras difundir en su cuenta de X una noticia falsa sobre supuestos saqueos en Buenos Aires, Argentina, acompañada de un video antiguo de un noticiero chileno, situación que desató una nueva ola de críticas sobre la ligereza con la que el jefe de Estado comunica información a más de ocho millones de seguidores.
El material compartido por Petro correspondía a un informe de Meganoticias de Chile emitido en 2023, titulado “Saqueos en Argentina: La grave situación que emerge a meses de las elecciones”, y no a hechos actuales. Aun así, el mandatario presentó el contenido como si se tratara de una situación vigente, lo que obligó a medios y usuarios a desmentir la publicación y encender alertas sobre la falta de verificación desde la comunicación presidencial.
Un patrón que se repite
Este episodio no es aislado. Durante su mandato, Petro ha protagonizado múltiples casos de difusión de información falsa, imágenes manipuladas o contenidos generados con inteligencia artificial, muchos de los cuales ha terminado eliminando sin mayores explicaciones.
En julio de 2025, el presidente publicó una imagen de un supuesto narcosubmarino con misiles antiaéreos, afirmando que se trataba de una amenaza directa contra él. Posteriormente se comprobó que la imagen era una manipulación digital de una fotografía tomada en 2020 y que no existía evidencia alguna del armamento mencionado.
Días antes, el mandatario atribuyó a su gobierno una supuesta obra de infraestructura en La Guajira, cuando en realidad el video correspondía a un sendero urbano ubicado en Kansas, Estados Unidos. El mensaje fue eliminado tras la rápida reacción de los usuarios.
Imágenes falsas, IA y noticias inexistentes
La lista continúa con publicaciones de manifestaciones generadas por inteligencia artificial, como las imágenes de una supuesta protesta masiva en Japón a favor de Palestina, desmentidas por plataformas de verificación que evidenciaron errores gráficos y ausencia total de registros reales.
También se documentaron videos de cosechas agrícolas en Brasil atribuidas falsamente a campesinos colombianos, así como la difusión de una imagen creada con IA en la que aparecía el presidente argentino Javier Milei besando la bandera de Estados Unidos, publicación que Petro borró minutos después.
En otros casos, el mandatario compartió información errónea sobre muertes que nunca ocurrieron, marchas mal atribuidas, hospitales extranjeros presentados como colombianos y hasta resultados electorales que debieron ser corregidos por la Registraduría Nacional.
Una advertencia reiterada
Organizaciones de fact-checking, periodistas y analistas han insistido en que la desinformación desde la Presidencia no es un asunto menor, pues afecta la credibilidad institucional, distorsiona el debate público y debilita la confianza ciudadana en las fuentes oficiales.
Aunque Petro ha señalado en ocasiones que “acata las correcciones” o que fue inducido al error por terceros, los reiterados episodios han llevado a que sectores de la opinión pública lo califiquen como uno de los mandatarios con mayor número de publicaciones falsas en redes sociales.
Comunicación presidencial bajo cuestionamiento
En un país marcado por la polarización política, el uso irresponsable de las redes sociales desde el poder profundiza la desconfianza y normaliza la desinformación, especialmente cuando proviene del jefe de Estado.
El debate ya no gira únicamente en torno a errores aislados, sino a un patrón sistemático que mantiene a Gustavo Petro bajo el escrutinio permanente de medios, verificadores y ciudadanos.
