La reforma tributaria del presidente Gustavo Petro —rebautizada como “ley de financiamiento”— volvió a quedar en vilo tras una sesión llena de tensiones, vacíos de quórum y decisiones contradictorias en el Congreso. El Gobierno esperaba un avance definitivo este miércoles 26 de noviembre, pero terminó enfrentando un nuevo revés que evidencia su falta de mayorías y el desgaste político del proyecto.
En las comisiones económicas conjuntas se estudiaban cuatro ponencias adicionales a la del Gobierno, algunas de ellas en sentido negativo. La propuesta radicada por la representante Katherine Miranda fue la primera en votarse: la Comisión Tercera de Cámara la negó con 15 votos contra 7, frenando automáticamente la votación en las demás comisiones y dejando clara la resistencia frente al proyecto oficialista.
Posteriormente se discutió la ponencia que buscaba archivar la reforma, sustentada con argumentos de sostenibilidad fiscal, eficiencia en el gasto y serias dudas sobre la viabilidad del articulado. Aunque la Comisión Tercera volvió a negarla, el presidente de la sesión, Wilmer Castellanos, decidió abrir la votación comisión por comisión. Sin embargo, el quórum se disolvió justo cuando iniciaba la votación en la Comisión Cuarta, obligando a levantar la sesión.
Como resultado, la reforma tributaria quedó nuevamente en suspenso. Para varios asistentes, la situación fue claramente una jugada política para mantener vivo un proyecto que, según voces de la oposición, tiene mayorías para hundirse, tal como lo advirtió el senador Carlos Meisel.
En medio de este nuevo tropiezo, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, defendió el proyecto asegurando que, de no aprobarse, se afectarían gravemente las finanzas del país y el presupuesto del 2026. Aun así, el panorama legislativo luce adverso para el Gobierno.
El debate deberá continuar el martes 2 de diciembre, pero el reloj del Congreso juega en contra: las sesiones ordinarias terminan en la primera mitad de diciembre, y cada día que pasa confirma la falta de liderazgo, claridad y consensos alrededor de la propuesta fiscal del Gobierno Petro.











