Nueva York — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó un mensaje contundente desde la Asamblea General de la ONU: Washington ha puesto en marcha el poderío militar de la nación más fuerte del mundo para enfrentar a los “terroristas venezolanos” y las redes de narcotráfico encabezadas por Nicolás Maduro.
“A todo terrorista: vamos a volar en mil pedazos tu existencia”, sentenció Trump, dejando claro que EE. UU. no tolerará que un régimen corrupto y aliado del crimen organizado siga desestabilizando la región.
Maduro, señalado como jefe del narcotráfico
Trump reafirmó lo que ya muchos gobiernos y agencias internacionales han denunciado: el régimen chavista no es otra cosa que un cartel disfrazado de gobierno. Según el mandatario, las operaciones militares recientes han golpeado a las rutas del narcotráfico que tienen en Venezuela uno de sus principales epicentros.
Firmeza frente a la dictadura
Mientras en Venezuela millones de ciudadanos sufren la miseria y la represión, Maduro y su círculo más cercano se enriquecen gracias a los negocios turbios con el narcotráfico. Trump fue categórico: la era de impunidad para la tiranía chavista se acabó.
Respaldo a la seguridad hemisférica
El despliegue militar estadounidense en el Caribe envía un mensaje claro: la libertad y la seguridad de las Américas no se negocian. Trump advirtió que toda red criminal que intente desafiar a Estados Unidos tendrá la misma respuesta: fuerza total y sin contemplaciones.
La izquierda, incómoda
Como era de esperarse, el régimen de Maduro salió a victimizarse y a acusar de “injerencia” a Washington. Sin embargo, la realidad es que Venezuela bajo el chavismo se convirtió en un refugio de terroristas y narcotraficantes. El discurso de Trump no solo incomoda a Caracas, también pone en evidencia el silencio cómplice de sectores de izquierda en la región.