La dictadura mostró su preocupación por cuenta del despliegue de un crucero lanzamisiles y un submarino nuclear.
El régimen de Nicolás Maduro solicitó este martes, 26 de agosto, el respaldo del secretario general de la ONU,António Guterres, frente a lo que calificó como “amenazas de Estados Unidos”, en medio del aumento de la presencia militar estadounidense en aguas del Caribe.
En un comunicado, la misión venezolana ante Naciones Unidas denunció que “se ve obligada a informar por esta vía sobre la escalada de acciones hostiles y amenazas del Gobierno de los Estados Unidos de América, que ahora incluyen el despliegue de buques de guerra adicionales al Caribe, entre ellos el USS Lake Erie, un crucero lanzamisiles, y el USS Newport News, un submarino nuclear de ataque rápido, cuya llegada a las costas venezolanas está prevista para principios de la próxima semana, según ha sido confirmado por diversas fuentes internacionales”.
El texto advierte que las maniobras de Washington constituyen un riesgo para la estabilidad de la región. “La Misión Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante las Naciones Unidas denuncia con la mayor firmeza este despliegue, en tanto constituye una grave amenaza a la paz y la seguridad regionales”, señala el documento.
El canciller Yván Gil, vocero principal del régimen en este tema, aseguró que el objetivo de Caracas es obtener el respaldo de Guterres para “restablecer la sensatez” en América Latina y el Caribe. Recordó que en 2014 la región fue declarada “zona de paz” y acusó a Estados Unidos de desconocer ese compromiso.
Gil transmitió sus preocupaciones durante una reunión en Caracas con Gianluca Rampolla, coordinador residente de la ONU en Venezuela. El encuentro se produjo una semana después de que Washington advirtiera que está dispuesto a “usar todo su poder” para frenar el narcotráfico en su territorio. Esa advertencia incluyó el envío de buques y tropas adicionales al Caribe, en zonas próximas a las costas venezolanas.
La presión estadounidense sobre el régimen de Maduro también se ha intensificado en el terreno judicial. El gobierno del presidente Donald Trump duplicó a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura del dictador, acusado por fiscales federales de conspirar para introducir cocaína en territorio estadounidense.
Gil rechazó las acusaciones, señalando que son parte de una estrategia de justificación para nuevas acciones en contra de Caracas. “La administración del presidente Donald Trump atenta contra la paz regional con falsas narrativas”, declaró.
El canciller agregó que el más reciente Informe Mundial sobre las Drogas 2025 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) ratificó que en Venezuela no existen cultivos ilícitos. Según Gil, el organismo internacional también reconoció los esfuerzos de las autoridades venezolanas en la lucha contra el narcotráfico.
RS