Con el objetivo de enfrentar los riesgos de seguridad que amenazan el desarrollo rural, la Gobernación de Casanare ha puesto en marcha una ambiciosa estrategia conjunta con los gremios productivos del departamento. El primer paso se dio con la realización de la Mesa de Seguridad y Convivencia con el sector palmicultor, espacio que reunió a productores, autoridades civiles, Fuerza Pública y entidades nacionales en torno a una hoja de ruta común.
El encuentro, liderado por el gobernador César Ortiz Zorro, permitió definir acciones concretas para reforzar la presencia institucional en zonas vulnerables y garantizar condiciones que promuevan el crecimiento económico del campo.
Según el coronel (r) Edgar Ricardo Bernal Martínez, director del Programa de Convivencia y Seguridad Ciudadana, esta hoja de ruta busca acercar al Estado con los sectores productivos, generando confianza y respuestas más efectivas ante amenazas rurales.
Por su parte, Fedepalma valoró el compromiso institucional como una herramienta clave para salvaguardar la seguridad de las comunidades donde opera el sector, que en Casanare tiene presencia activa en municipios como Maní, Aguazul, Villanueva, Monterrey y Yopal.
El Ejército y la Policía Nacional destacaron el valor de este tipo de mesas como mecanismos de coordinación estratégica, que permiten identificar riesgos en tiempo real y actuar con precisión en el despliegue de operaciones y vigilancia.
La estrategia incluye también a gremios como el petrolero, arrocero, piscícola, ganadero y frutícola, con el acompañamiento técnico de la Secretaría de Gobierno y los Gestores de Convivencia, encargados del monitoreo territorial.
Con más de 20 empresas palmicultoras registradas, Casanare consolida este modelo como referente nacional en seguridad rural articulada, con enfoque territorial y respaldo institucional directo.
