La ceremonia de posesión del presidente Daniel Noboa en Ecuador fue escenario de un incómodo momento diplomático que dejó en evidencia el aislamiento político del presidente colombiano Gustavo Petro en la región.
Durante el encuentro de mandatarios, la presidenta del Perú, Dina Boluarte, evitó por completo saludar o siquiera dirigir la mirada a Petro, a pesar de su cercanía en el protocolo oficial. La escena no pasó desapercibida para los asistentes ni para las cámaras internacionales, y se ha viralizado como símbolo del deterioro de las relaciones exteriores de Colombia bajo el actual gobierno.
El desplante es interpretado por analistas como un mensaje claro de Boluarte al presidente colombiano, quien ha sido un constante crítico del Estado peruano desde la destitución del expresidente Pedro Castillo. Petro ha calificado repetidamente de “golpe de Estado” el cambio de gobierno en el país vecino, ignorando la legalidad del proceso y deslegitimando a Dina Boluarte desde el inicio de su mandato.
Ante esta actitud, el gobierno peruano ha respondido con firmeza. Lima retiró a su embajador en Bogotá, y mantiene relaciones diplomáticas en un tono mínimo. La presidenta ha sido clara en que no tolerará la intromisión extranjera en los asuntos internos del Perú, y lo reafirmó con su gélido gesto en Quito.
El bochorno diplomático vivido por Petro en Ecuador vuelve a poner en tela de juicio su capacidad de liderazgo internacional, en momentos en que Colombia necesita fortalecer alianzas estratégicas y no aislarse por ideología o activismo político.
“Mientras otros mandatarios construyen puentes, Petro los dinamita con discursos incendiarios e intervenciones que rozan lo irresponsable”, comentó un diplomático retirado colombiano. “Ahora no solo lo critican en casa, también lo desairan en el exterior”.
El incidente también ha alimentado las críticas internas sobre el manejo errático de la política internacional por parte del gobierno colombiano, que en lugar de consolidar alianzas en América Latina, se ha dedicado a generar tensiones innecesarias con gobiernos democráticamente constituidos.