En la madrugada de este miércoles, más de 3.000 funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) desplegaron un operativo a nivel nacional en las principales cárceles del país. El objetivo: combatir la criminalidad que opera desde los centros de reclusión. El balance inicial es impactante: se incautaron armas, celulares, estupefacientes y hasta elementos utilizados en prácticas de brujería.
Celulares, armas y escondites entre las paredes
SEMANA acompañó al Inpec en uno de los operativos más significativos, llevado a cabo en la cárcel La Modelo de Bogotá. Allí, celda por celda, los funcionarios inspeccionaron minuciosamente con herramientas como cámaras endoscópicas, logrando descubrir caletas ocultas en paredes, techos y pisos.
El balance de la redada en todo el país incluye:
796 celulares.
2.712 accesorios para teléfonos móviles.
485 SIM cards.
17 USB y 1 módem Wi-Fi.
2,984 gramos de estupefacientes.
813 armas de fabricación artesanal.
1.250 litros de alcohol.
Dinero en efectivo y pólvora.
Cada objeto encontrado tiene un responsable, un interno que deberá responder por violar las normas penitenciarias.
Brujería y lujos en las cárceles
Uno de los hallazgos más peculiares ocurrió en la cárcel de mujeres El Buen Pastor en Bogotá, donde se encontraron espacios destinados a prácticas de santería. Según explicó el director del Inpec, coronel Daniel Gutiérrez, se encontraron imágenes religiosas y sustancias putrefactas, que, según las internas, buscaban evitar los operativos y cumplir deseos mediante rituales oscuros.
Mientras tanto, en La Modelo se evidenció una cruda desigualdad: algunos presos viven en condiciones de hacinamiento extremo, durmiendo en colchonetas deshechas junto a los baños, mientras otros disfrutan de celdas decoradas, con salas de visitas privadas, murales religiosos y comodidades que contrastan con la precariedad general.
Operación Dominó: golpe a la corrupción y el crimen
Los operativos son parte de la estrategia “Dominó”, liderada por el Inpec en coordinación con los ministerios de Justicia y Defensa. Según el coronel Gutiérrez, esta iniciativa busca frenar la corrupción, desmantelar las redes criminales dentro de las cárceles y garantizar la seguridad de los internos.
“Esta es una orden directa del presidente y la ministra de Justicia. Queremos enviar un mensaje contundente de transparencia y compromiso para evitar que sigan ocurriendo hechos lamentables”, afirmó Gutiérrez.
Las celdas de “lujo”, muchas de ellas ocupadas por reclusos con poder económico o criminal, son parte de los objetivos de estas redadas. El propósito es eliminar los privilegios y garantizar condiciones equitativas, en línea con los reglamentos penitenciarios.
Una lucha que apenas comienza
El operativo nacional abarcó 138 patios y pabellones, dejando al descubierto la magnitud de la corrupción y la criminalidad que permea el sistema carcelario. Aunque las cifras son alarmantes, las autoridades consideran que estos operativos son un paso firme hacia el restablecimiento del control en las cárceles y la lucha contra las redes delictivas que operan desde allí.