El municipio de Malambo, Atlántico, vivió una noche de caos durante la celebración del tradicional Festival del Porro, que se realiza cada enero. Aunque el evento transcurrió en calma durante el día, en horas de la noche se desató una batalla campal que obligó a la intervención de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
Un evento cultural empañado por la violencia
Malambo, ubicado en el área metropolitana de Barranquilla, ha enfrentado serios problemas de orden público debido a atracos, homicidios y casos de extorsión. En esta ocasión, la violencia surgió en medio de las festividades, cuando una disputa entre dos grupos de asistentes degeneró en un enfrentamiento masivo.
Según versiones preliminares, el conflicto se habría iniciado cuando un hombre miró a una mujer, lo que desató la ira del compañero sentimental de esta y sus amigos. La situación escaló rápidamente, convirtiéndose en un intercambio de golpes y lanzamiento de objetos contundentes, incluidos botellas, como evidencian varios videos que circulan en redes sociales.
Respuesta oportuna de las autoridades
La Policía Metropolitana, que había desplegado un operativo de seguridad para prevenir incidentes, actuó con rapidez para controlar la situación y evitar mayores tragedias. A pesar del caos, no se reportaron heridos ni capturas relacionadas con los hechos.
Testigos describieron escenas de pánico, con asistentes corriendo para protegerse de los proyectiles. “Gracias a la pronta acción de la Policía no hubo muertos, pero la situación en Malambo está cada vez más crítica. Ya no se puede disfrutar de estos eventos sin temor”, comentó un residente de Barranquilla, originario de Malambo, quien pidió no ser identificado.
Desafíos para preservar la cultura
El Festival del Porro, que en el pasado era un símbolo de la cultura y tradición de la región, ha sido opacado en los últimos años por actos de violencia e intolerancia. «Antes estos festivales eran una muestra de nuestra cultura, pero ahora solo traen conflictos y tragedias. Por eso muchos preferimos no asistir», agregó el testigo.
La Alcaldía de Malambo había autorizado la operación de establecimientos nocturnos hasta las 12:00 de la noche como medida para controlar el orden público, pero esto no fue suficiente para evitar los disturbios.
Incidentes en otros municipios
El desorden no se limitó a Malambo. En Palmar de Varela, Atlántico, también se registraron enfrentamientos entre asistentes a eventos festivos, aunque las causas aún no están claras. La Policía Nacional intervino en ambos casos, pero hasta el momento no se ha confirmado si hubo heridos.
Estos hechos reflejan la creciente necesidad de fortalecer las estrategias de seguridad y fomentar la convivencia en eventos culturales, para que puedan seguir siendo espacios de celebración y no de conflicto.
