La temporada navideña, uno de los periodos de mayor movimiento en los aeropuertos de Estados Unidos, comenzó con turbulencias. American Airlines, una de las principales aerolíneas del país, enfrentó una suspensión temporal de sus vuelos a nivel nacional debido a un problema técnico, justo cuando las condiciones climáticas invernales también amenazaban con complicar aún más los viajes.
La Administración Federal de Aviación (FAA) emitió una orden de suspensión a petición de la aerolínea, paralizando temporalmente sus operaciones. Aunque el problema fue resuelto en aproximadamente una hora, el impacto fue significativo: más de 1.400 vuelos sufrieron retrasos y 28 fueron cancelados. Los aeropuertos más afectados incluyeron Dallas-Fort Worth, el principal centro de operaciones de American Airlines, donde la lluvia complicó las actividades, y Nueva York, que amaneció cubierta de nieve.
Retrasos en cadena y alta demanda navideña
El caos no podría haber llegado en un momento más crítico. La temporada de fiestas, aunque tiene menos días pico que el Día de Acción de Gracias, enfrenta una presión constante debido a la alta demanda acumulada. Las interrupciones, ya sean por tormentas invernales o fallas técnicas, suelen desatar efectos dominó que complican la logística aérea. Esto recuerda el colapso de Southwest Airlines en diciembre de 2022, cuando 2 millones de viajeros quedaron varados, o el incidente de Delta Air Lines en julio, provocado por una actualización defectuosa de software.
El clima también está jugando un papel crucial. Además de la lluvia en Dallas y la nieve en Nueva York, ciudades como Chicago, Washington y Miami registraron retrasos significativos. La presión aumenta porque muchos vuelos están completamente llenos, dificultando la reubicación de pasajeros en caso de cancelaciones. Solo las grandes aerolíneas como American, Delta y United cuentan con acuerdos interlíneas que les permiten ofrecer alternativas con otras compañías.
Regulaciones y derechos de los pasajeros
Esta es la primera temporada navideña desde que entró en vigor una regla del Departamento de Transporte que obliga a las aerolíneas a ofrecer reembolsos automáticos en caso de vuelos cancelados o retrasos significativos. Aunque los reembolsos en efectivo son una opción, muchos viajeros prefieren ser reubicados, ya que encontrar vuelos de último minuto suele ser costoso y complicado.
American Airlines explicó que el incidente del martes fue causado por un problema con un proveedor externo que afectó los sistemas necesarios para liberar vuelos. La aerolínea aseguró haber trabajado rápidamente para resolver la situación y minimizar el impacto en los viajeros.
El tráfico terrestre no es una solución fácil
Para quienes optan por viajar en automóvil, las perspectivas tampoco son alentadoras. Según la American Automobile Association (AAA), aproximadamente el 90 % de los viajeros estadounidenses se desplazarán por carretera estas fiestas, y los tiempos de viaje podrían aumentar hasta un 30 %, según la firma INRIX. Ciudades como Boston, Nueva York, Seattle y Washington D.C. anticipan los mayores retrasos.
Con más de 40 millones de pasajeros esperados en los aeropuertos hasta el 2 de enero, y una intensa actividad en carreteras, esta temporada navideña promete ser una prueba de resistencia tanto para viajeros como para las compañías de transporte.
