Óscar Camargo Ríos, conocido como alias Pichi y apodado el «Pablo Escobar de Bucaramanga», fue recapturado por la Policía Nacional en la vereda El Noral del municipio de Copacabana, Antioquia. La detención se dio a solo unos kilómetros de Medellín, ciudad de la que había escapado en octubre mientras cumplía una condena bajo prisión domiciliaria.
Alias Pichi, considerado uno de los principales actores del narcotráfico en Bucaramanga y Santander, estaba armado al momento de su captura. Según informes, portaba una pistola Five Seven calibre 9 milímetros, cuatro proveedores y 99 cartuchos, lo que suma nuevos cargos a su historial, como porte, tráfico y fabricación de armas de fuego. Además, dos de sus escoltas fueron capturados durante la operación.
Un historial criminal marcado por fugas y violencia
Camargo Ríos inició su carrera delictiva como ‘campanero’, pero ascendió hasta liderar la organización criminal Los San Rafa, controlando buena parte del tráfico de estupefacientes en Santander. En 2015, protagonizó su primera fuga saltando desde un segundo piso durante una cita médica. Tres años después, en 2018, fue recapturado en Medellín, desde donde coordinaba la distribución de drogas en municipios del área metropolitana de Bucaramanga. En ese momento, sus ganancias anuales se estimaban en 14.000 millones de pesos.
Su prontuario también incluye señalamientos por ordenar el asesinato del general (r) Manuel Vásquez Prada, excomandante de la Policía en Bucaramanga. Según las investigaciones, alias Pichi ofreció hasta 200 millones de pesos por concretar este crimen.
En 2020, fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad en Valledupar. Sin embargo, un juez le concedió prisión domiciliaria en un lujoso apartamento en el barrio El Poblado de Medellín, donde continuó sus actividades ilícitas. En octubre pasado, al ser notificado de su inminente regreso a prisión debido a su peligrosidad, logró escapar, lo que desató críticas hacia las decisiones judiciales que le otorgaron beneficios.
Un golpe certero a la criminalidad
Tras nueve semanas de búsqueda, un grupo élite de la Policía Nacional localizó a alias Pichi en el norte del Valle de Aburrá. Su recaptura fue celebrada por autoridades locales. Jaime Andrés Beltrán, alcalde de Bucaramanga, destacó la importancia del operativo:
> «Para la seguridad de Bucaramanga es muy importante la recaptura en Antioquia de alias Pichi. Los delincuentes de este nivel de peligrosidad tienen que estar en prisión sin ningún tipo de beneficio. Toda mi admiración a la Policía por este gran golpe».
Alias Pichi fue trasladado a la cárcel La Paz de Itagüí, donde enfrentará nuevos procesos judiciales mientras cumple su condena de 90 meses por concierto para delinquir. Además, se investigará si funcionarios públicos estuvieron involucrados en su fuga y operaciones criminales.
Esta captura representa un paso crucial en la lucha contra el crimen organizado y envía un mensaje contundente sobre las consecuencias de intentar burlar la justicia.