La disputa entre Salvatore Mancuso y la Unidad Nacional de Protección (UNP) ha generado controversia tras la denuncia del exjefe paramilitar sobre el retiro de su esquema de seguridad. Mancuso, designado recientemente como gestor de paz por el Gobierno Petro, aseguró que esta decisión pone en riesgo su vida, la de su familia y la de sus abogados.
En un video publicado en TikTok, Mancuso afirmó:
«He sido notificado sobre el retiro de mi esquema de seguridad. No es coincidencia que esto ocurra mientras recorro el país para recuperar bienes desaparecidos de las SAE y busco a víctimas del conflicto armado.»
Sin embargo, la UNP desmintió estas declaraciones, asegurando que el esquema de seguridad permanece activo. Según la entidad, la única modificación fue un cambio en la administración del esquema, que pasó de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) a la Comisión de Paz, debido al nuevo estatus jurídico de Mancuso.
Contexto del nombramiento de Mancuso como gestor de paz
El presidente Gustavo Petro designó a Mancuso para verificar el cumplimiento del acuerdo de paz firmado entre las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el Gobierno de Álvaro Uribe. Petro ha destacado que este nombramiento busca contribuir al desescalamiento del conflicto armado y facilitar el diálogo con grupos ilegales.
En su momento, Petro expresó:
«El Estado social de Derecho fue reemplazado por la gobernanza paramilitar gracias a una guerra brutal con 200.000 muertos y 100.000 desaparecidos. El proceso de paz de 2016 busca restablecer ese Estado social en las zonas rurales priorizando la inversión pública.»
Además, señaló que este compromiso es jurídicamente vinculante ante la comunidad internacional:
«Invité a exjefes paramilitares a ser gestores de paz para verificar el cumplimiento del acuerdo con Uribe y asegurar que la JEP sea el tribunal de cierre de la verdad.»
¿Un trasfondo político?
La denuncia de Mancuso llega en un momento delicado, mientras avanza en la recuperación de bienes desaparecidos y la búsqueda de víctimas. Su papel como gestor de paz es clave en la implementación del acuerdo, pero su conflicto con la UNP podría entorpecer sus labores, abriendo el debate sobre la seguridad de quienes participan en procesos de reconciliación.
La polémica pone de manifiesto la complejidad del proceso de paz y la necesidad de garantizar la seguridad de quienes, como Mancuso, desempeñan un rol fundamental en la reconstrucción del tejido social en Colombia.
