Liam Payne dejó una huella imborrable en One Direction, una de las boybands más exitosas de la historia. Su partida inesperada, tras su trágica muerte a los 31 años el pasado 16 de octubre en Buenos Aires, ha dejado un vacío profundo entre sus ex compañeros y seguidores. Zayn Malik, en su despedida, resaltó la personalidad desafiante de Payne: “Eras testarudo, obstinado y no te importaba decirle a la gente cuando estaba equivocada. Aunque chocamos por eso algunas veces, siempre te respeté en secreto”.
Las tensiones y roces dentro de la banda, conocidas por quienes siguieron de cerca a One Direction, han sido tema de conversación desde sus inicios. Formada en 2010 en el programa The X Factor, la agrupación de cinco jóvenes, cuyas edades oscilaban entre los 16 y 18 años, se convirtió en un fenómeno global a pesar de quedar en tercer lugar en la competencia. Durante su tiempo juntos, experimentaron todo tipo de emociones: desde grandes éxitos hasta momentos difíciles y discusiones internas.
Aunque One Direction se separó en 2016, los lazos entre sus integrantes, a pesar de las tensiones, siempre permanecieron. Louis Tomlinson describió recientemente a Payne como “un hermano”, y destacó su importancia dentro del grupo: “Liam era, en mi opinión, la parte más vital de One Direction. Su experiencia desde pequeño, su tono perfecto, su presencia escénica, su don para escribir… Gracias por moldearnos, Liam”.
Con momentos de tensión y bromas, las controversias internas entre los miembros, especialmente entre Payne y Malik, son ahora parte del legado de la banda, una familia que, pese a todo, dejó una marca duradera en la industria musical.