En los últimos días, el piedemonte llanero ha experimentado una fuerte arremetida invernal que marca el inicio de lo que, según los pronósticos del IDEAM, podría ser una prolongada temporada de lluvias en Casanare, con una duración estimada de dos meses.
De acuerdo con fuentes del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), las lluvias fueron generalizadas durante el fin de semana en las estribaciones de la cordillera Oriental, extendiéndose hacia la Orinoquía. En algunas zonas, los cauces de los ríos registraron corrientes súbitas, y se prevé que las precipitaciones persistan a lo largo de la semana.
Ante este panorama, la Dirección Departamental de Gestión del Riesgo emitió los primeros llamados de alerta, advirtiendo sobre el posible desbordamiento de los principales ríos y los consecuentes daños a la infraestructura vial, especialmente en las vías que conectan la carretera marginal de la selva con las poblaciones cercanas a la cordillera.
Las autoridades locales ya se preparan para afrontar posibles emergencias y hacen un llamado a la población para que esté atenta a los reportes oficiales y tome precauciones ante el aumento de las precipitaciones.