Tras intensas negociaciones que se prolongaron durante más de ocho horas, el Gobierno y los representantes de los transportadores lograron un acuerdo para poner fin al paro camionero que afectó a todo el país. El principal punto de consenso fue el incremento gradual de $800 en el precio del diésel, que se realizará en dos fases: $400 de inmediato y otros $400 el 1° de diciembre.
La tercera y decisiva reunión comenzó a las 9:00 de la noche del jueves y finalizó a las 5:00 de la mañana del viernes, con tensas discusiones entre las partes y conflictos internos entre los propios transportadores. Sin embargo, al final se logró un consenso que permitió desactivar el paro que había generado serios problemas de abastecimiento de alimentos, medicamentos y combustibles.
El acuerdo establece no solo el aumento gradual del diésel, sino también la eliminación del incremento de $1.904 aplicado previamente. Además, el Gobierno se comprometió a suspender futuros aumentos hasta que se discutan los problemas estructurales del sector en varias mesas de trabajo. También se pactó solicitar el archivo de procesos penales y la cancelación de sanciones administrativas impuestas a transportadores durante las protestas.
Este acuerdo surge tras una serie de intentos fallidos de negociación, donde el Gobierno inicialmente había propuesto un aumento total de $6.000 en el precio del diésel para cerrar la brecha con los precios internacionales. La medida desató un paro que dejó en jaque al país. Finalmente, el Gobierno decidió flexibilizar su postura y aceptar un incremento más gradual, reconociendo la necesidad de abordar los múltiples problemas que afectan al sector transportador.
Entre los temas que se abordarán en las futuras mesas de trabajo se encuentran la inseguridad en las vías, las dificultades con el SICE-TAC, los monopolios de las empresas transportadoras, las tarifas y peajes, así como las garantías laborales para los camioneros. El Gobierno también se comprometió a revisar la fórmula para calcular el precio del combustible y a incluir un régimen laboral específico para los transportadores en la reforma laboral que se debate en el Congreso.
La decisión del Gobierno de aumentar el precio del diésel responde a la necesidad de reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que ha alcanzado cifras alarmantes en los últimos años. Según el Ministerio de Hacienda, en 2022 el déficit del FEPC fue de $36,7 billones, de los cuales $20 billones correspondieron al diésel. Sin ajustes, se estima que este año el déficit habría ascendido a $11,6 billones.
Este acuerdo marca un punto de inflexión en la relación entre el Gobierno y el sector transportador, y se espera que las soluciones alcanzadas en las mesas de trabajo permitan abordar de manera integral los problemas que afectan a uno de los sectores más vitales de la economía colombiana.