La madrugada del domingo 4 de agosto se convirtió en una pesadilla para el equipo sub-15 del Club Atlético Real Paz de Paz de Ariporo. Mientras se dirigían a Villavicencio para disputar la segunda ronda del torneo nacional de Difutbol, el equipo sufrió un accidente de tránsito en la peligrosa vía Marginal del Llano, dejando en evidencia las fallas de seguridad vial que persisten en nuestras carreteras.
Los jóvenes deportistas, llenos de entusiasmo y esperanzas, viajaban en un microbús conducido por su entrenador, Miguel Cabrera. A la altura del PR 34, en el tramo Monterrey – Villanueva, la buseta impactó violentamente contra la parte trasera de un tractocamión cargado con arroz, el cual se encontraba estacionado en la carretera aparentemente sin las señales preventivas adecuadas. Este lamentable hecho subraya la necesidad urgente de una mayor regulación y cumplimiento de las normas de seguridad en las vías.
Afortunadamente, los daños personales fueron mínimos dentro de la gravedad del accidente: tres futbolistas resultaron con heridas leves, mientras que Miguel Cabrera sufrió un trauma craneoencefálico y fue trasladado de emergencia a un centro asistencial. El estado de salud del entrenador y la pronta recuperación de los deportistas han sido la principal preocupación de la comunidad.
El Club Atlético Real Paz emitió un comunicado oficial expresando su pesar y ofreciendo un mensaje de tranquilidad a las familias afectadas y a la comunidad: «Lamentamos informar que el profe Miguel Cabrera y el equipo de la categoría sub-15 que se desplazaba a Villavicencio para cumplir con la segunda ronda del torneo nacional de Difutbol sufrieron un accidente de tránsito. Algunos deportistas y el profesor resultaron heridos, pero gracias a Dios ya se encuentran estables y fuera de peligro. Extendemos un parte de tranquilidad a las familias y al pueblo de Paz de Ariporo».
Este accidente no solo impacta a una comunidad deportiva sino que también debe servir como un llamado de atención para las autoridades. La falta de señales preventivas en la vía y la negligencia en el estacionamiento de vehículos pesados representan un peligro constante para todos los usuarios de las carreteras. Es imprescindible que se tomen medidas concretas para evitar que tragedias como esta se repitan.
La comunidad de Paz de Ariporo, así como el mundo deportivo, se solidarizan con el equipo sub-15 de Real Paz y su entrenador. Mientras todos esperan la pronta recuperación de Miguel Cabrera y los jóvenes jugadores, este incidente debe impulsar un cambio significativo en las políticas de seguridad vial. No podemos permitir que la vida y los sueños de nuestros deportistas dependan de la suerte o de la falta de responsabilidad en nuestras carreteras.
Las investigaciones sobre el accidente están en curso, y se espera que las autoridades proporcionen más detalles sobre las causas y responsabilidades involucradas. Este lamentable suceso es un recordatorio de que la seguridad vial debe ser una prioridad constante y no un tema que solo se aborde tras una tragedia.
