El representante a la Cámara por Barranquilla, Modesto Aguilera, se encuentra en el ojo del huracán tras ser llamado a juicio por la Corte Suprema de Justicia de Colombia por el delito de acto sexual violento. Estas acusaciones, que han sacudido el ámbito político nacional, fueron inicialmente reveladas por la revista SEMANA en marzo de 2022.
Según la información publicada, Aguilera enfrenta acusaciones graves que incluyen acoso sexual y presiones indebidas hacia sus subalternos. Las acusaciones detallan que el representante habría utilizado su posición de poder para forzar actos de naturaleza sexual contra al menos una persona, en un incidente que habría ocurrido en el contexto de sus funciones políticas.
El caso ha generado indignación entre diversos sectores de la sociedad colombiana y ha puesto de manifiesto una vez más la problemática del acoso sexual y el abuso de poder dentro de las instituciones políticas del país. La Corte Suprema de Justicia ha anunciado que el proceso judicial contra Modesto Aguilera continuará su curso, mientras se espera una respuesta contundente por parte de las autoridades y la opinión pública.
Este escándalo ha reavivado el debate sobre la conducta ética de los representantes públicos y ha llamado la atención sobre la necesidad de mecanismos efectivos para prevenir y sancionar este tipo de comportamientos dentro del ámbito legislativo.